Sergio Gutiérrez, analista inmobiliario: "Nos faltan 700.000 viviendas para cubrir la demanda en España"
El mercado inmobiliario español atraviesa un momento de intensa actividad y encarecimiento generalizado. Según los datos más recientes del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, el precio medio de la vivienda libre se incrementó un 10,4% en el segundo trimestre del año, alcanzando los 2.093,5 euros por metro cuadrado. Se trata del tercer valor más alto registrado en lo que va de siglo, solo por detrás de los 2.095,7 euros del segundo trimestre de 2008 y del récord histórico de 2.101,4 euros por metro cuadrado alcanzado en el primer trimestre de ese mismo año. Este repunte evidencia una tendencia de tensión en los precios que vuelve a situar a España en estadísticas similares a la de la burbuja inmobiliaria previa a la crisis financiera.
Los partidos políticos, desde diferentes enfoques ideológicos, coinciden en señalar varios factores estructurales detrás de esta escalada. Uno de los puntos más señalados es la especulación en torno a la vivienda, impulsada por la entrada de fondos de inversión y grandes tenedores que ven en el mercado residencial una oportunidad de rentabilidad más que un derecho social. Desde algunos sectores se reclama un mayor control sobre la compra de viviendas destinadas a la inversión, mientras que otros defienden la liberalización como motor económico. En cualquier caso, la percepción de la vivienda como un bien de negocio más que como una necesidad básica se mantiene en el centro del debate político.
A esta situación se suma un desequilibrio persistente entre la oferta y la demanda. La escasez de nuevas promociones y la lentitud en la construcción contrastan con una demanda que sigue creciendo, especialmente en zonas urbanas y costeras. Además, fenómenos como la okupación, que según el último estudio de Idealista afecta a unas 23.010 viviendas anunciadas, contribuyen a generar desconfianza entre los propietarios. Este temor se traduce en un endurecimiento de las condiciones de alquiler, un aumento de los precios y una mayor reticencia a poner inmuebles en el mercado, alimentando así el círculo de tensión que caracteriza actualmente al sector inmobiliario español.
Un experto analiza la situación actual del mercado
El analista inmobiliario y experto en el mercado de la vivienda, Sergio Gutiérrez, dado a conocer en redes sociales por sus consejos sobre el estado del sector, expone las aristas que se ciernen sobre esta compleja situación en una de sus últimas publicaciones en redes sociales. Para ello, comienza analizando el discurso de Gabriel Rufián, enunciado hace unos días en el Congreso de los Diputados, en el cual señala que debe haber una ley que regule una vivienda por familia. "Una familia, una casa, ojalá pero no me salen los números", comienza explicando. A raíz de ello, empieza su disección por los diversos puntos de conexión de esta problemática.
"Según el Banco de España, nos faltan 700.000 viviendas para cubrir la demanda y subiendo pero apenas construimos unas 100.000", agrega como información oficial de la administración. En este sentido, los cálculos son claros y concisos y lo planeado no coincide con lo necesario. "Como no es suficiente nos cargamos los pisos turísticos porque son propiedad de rentistas malvados. En España hay unas 350.000 viviendas de uso turístico", expone con cierto tono irónico para hacer ver la masa que conforma este problema y la imposibilidad de llegar a la cifra que antes mencionaba. Por otro lado, indica aspectos básicos que impiden la proliferación del sector de la construcción, como son los impedimentos burocráticos.
Las promesas de los políticos se las lleva el viento
"Sánchez ha prometido 184.000 viviendas públicas, pero Rufián dijo 'una casa, una familia' no 'una promesa, una familia' y la gente no puede vivir en promesas", sentencia. Por otro lado, estudia la opción de que los propietarios que ya poseen varias viviendas pongan en el mercado todas aquellas que no son su lugar de residencia. En este sentido, se topa con diversas cuestiones como "el limite del precio, la duración, la seguridad y encima les pueden inquiokupar". "Pues mire a mi me gusta lo de 'una casa, una familia', incluso suena bien, pero es que no hay. ¿No cree usted que habría que hacer cambios para conseguirlo? ¿No cree que si interviene en el mercado aún más así no vamos a conseguir nada?", cuestiona respecto a la respuesta del diputado.
