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Donald Trump amenaza a China y reaviva la guerra comercial: “Se están volviendo muy hostiles”

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó este viernes con aplicar un “aumento masivo” de los aranceles a las importaciones chinas y afirmó que ya no tiene razones para reunirse con su homólogo Xi Jinping, en respuesta al endurecimiento de Pekín sobre las exportaciones de tierras raras y otros insumos tecnológicos estratégicos.

Las tierras raras —críticas para la fabricación de chips, baterías de litio, vehículos eléctricos y equipos militares— se han convertido en el nuevo eje de tensión entre las dos mayores economías del mundo. China produce más del 70% de estos materiales a nivel global y, según Trump, estaría buscando “imponer controles de exportación” que afectarían a la cadena mundial de suministro.

Donald Trump vía Truth Social el 10 de octubre. Foto: captura de pantalla

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Desde su red social Truth Social, Trump lanzó un extenso mensaje en el que acusó a Pekín de intentar dominar el mercado de tierras raras:

“China se está volviendo muy hostil y está enviando cartas a países de todo el mundo para anunciar que quiere imponer controles de exportaciones a todos los productos relacionados con tierras raras y a casi cualquier otra cosa que se les ocurra”, escribió.

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El mandatario advirtió que una medida así “congestionaría los mercados y dificultaría la vida de prácticamente todos los países, especialmente de China”. Según Trump, “diversas naciones ya han contactado a Washington indignadas por esta hostilidad comercial”.

“No he hablado con el presidente Xi porque no había motivo para hacerlo. Fue una verdadera sorpresa, no solo para mí, sino para todos los líderes del mundo libre. Tenía previsto reunirme con el presidente Xi en dos semanas, en la APEC, en Corea del Sur, pero ahora parece que no hay motivo para hacerlo”, añadió.

EE.UU. evalúa un "aumento masivo" de aranceles

El presidente republicano también advirtió que, dependiendo de la respuesta china, Estados Unidos “va a contrarrestar” las acciones de Pekín:

“Por cada producto que logren monopolizar, nosotros tendremos dos”, afirmó. “Una de las políticas que estamos calculando en este momento es un aumento masivo de los aranceles sobre los productos chinos que ingresan a Estados Unidos de América”.

Trump defendió que, aunque una nueva guerra comercial podría ser “potencialmente dolorosa”, al final “será algo muy positivo para Estados Unidos”. También sostuvo que Washington tiene “posiciones de monopolio más robustas” que China, pero que nunca había optado por utilizarlas:

“Simplemente no he optado por usarlas; nunca tuve una razón para hacerlo, ¡HASTA AHORA!”.

Las declaraciones del mandatario tuvieron un impacto inmediato en la Bolsa de Nueva York. Tras iniciar la jornada en verde, los principales índices cambiaron de tendencia: el Dow Jones cayó un 0,30%, el Nasdaq retrocedió 0,86% y el S&P 500 bajó 0,50%. Los inversores interpretaron la amenaza como un signo de que la tensión comercial entre Washington y Pekín podría escalar nuevamente, justo cuando el diálogo bilateral parecía retomar cauce tras el acuerdo preliminar sobre TikTok alcanzado el 18 de septiembre.

Las palabras de Trump representan el mayor desencuentro con China desde abril, cuando ambas potencias intentaron suavizar los aranceles impuestos durante la anterior guerra comercial. En esa ocasión, la Casa Blanca buscaba reducir la dependencia de insumos tecnológicos críticos provenientes del gigante asiático.

El anuncio de Pekín sobre los controles de exportación de tierras raras llega además en un momento en que Trump celebraba el reconocimiento por su mediación en el conflicto de Gaza y se preparaba para reunirse con Xi durante la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), prevista entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre.

Según el presidente estadounidense, las acciones chinas “no se deben permitir”, porque muestran un intento de Pekín por “mantener al mundo cautivo” mediante el control de materias primas esenciales:

“Ese parece haber sido su plan desde hace tiempo. Han acumulado estos elementos hasta alcanzar una especie de monopolio, una maniobra bastante siniestra y hostil, como mínimo”.

¿Por qué a las tierras raras?

Las tierras raras son esenciales para la fabricación de microchips, componentes electrónicos, baterías recargables y sistemas de defensa. Las nuevas restricciones impuestas por China podrían afectar directamente al desarrollo de la inteligencia artificial (IA), uno de los sectores estratégicos de Estados Unidos, donde las grandes tecnológicas ya han anunciado inversiones superiores a los 300.000 millones de dólares.

Trump advirtió que, si Pekín intenta monopolizar la producción, Washington responderá con fuerza:

“Dependiendo de lo que China diga, me veré obligado a contrarrestar financieramente su movimiento. Por cada elemento que han podido monopolizar, nosotros tenemos dos. Nunca pensé que llegaría a esto, pero tal vez, como con todas las cosas, ha llegado el momento”.

La advertencia de Trump marca una nueva fase de incertidumbre comercial y tecnológica. Un incremento de aranceles podría elevar los costos de importación de insumos clave, presionar la inflación interna y alterar las cadenas globales de suministro.

Sin embargo, desde una óptica estratégica, la medida busca reducir la dependencia estadounidense del dominio chino en sectores críticos y reforzar su base industrial doméstica. El desafío será equilibrar el costo económico a corto plazo con los objetivos de seguridad tecnológica y competitividad a largo plazo.

China responde con tarifas portuarias

El conflicto comercial se amplifica con nuevas medidas oficiales. El Ministerio de Transporte de China anunció el viernes 10 de octubre de 2025 que aplicará una tarifa portuaria especial a los buques de propiedad, operación o bandera estadounidense, así como a aquellos construidos en Estados Unidos o pertenecientes a empresas con al menos un 25% de capital estadounidense.

El recargo entrará en vigor el 14 de octubre y aumentará de forma gradual: comenzará con 400 yuanes (56,11 dólares) por tonelada neta, subirá a 640 yuanes en abril de 2026, 880 yuanes en abril de 2027 y alcanzará los 1.120 yuanes en 2028. El ministerio precisó que, si un buque realiza escalas en varios puertos chinos durante un mismo viaje, la tarifa solo se cobrará una vez, y que ninguna embarcación pagará más de cinco veces al año.

Según el comunicado, la medida responde a la decisión de Estados Unidos de imponer tarifas similares sobre embarcaciones chinas, en aplicación de la Sección 301 del USTR (Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos). Este organismo acusó a China de intentar dominar los sectores marítimo, logístico y de construcción naval, calificando dichas prácticas de “injustificables” y “perjudiciales para el comercio estadounidense”.

Impacto en Perú de los posibles nuevos aranceles

Carlos Aquino, director del Centro de Estudios Asiáticos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), advirtió para La República que un eventual “aumento masivo” de aranceles por parte de Estados Unidos tendría repercusiones globales y alcanzaría al Perú.

Explicó que, actualmente, el arancel estadounidense a los productos chinos bordea el 30%, mientras que el impuesto chino a los bienes de EE.UU. es de 10%. Sin embargo, si las negociaciones entre ambos países se rompen, como ha insinuado Donald Trump, los gravámenes podrían elevarse hasta 145%, volviendo prácticamente prohibitiva la venta de productos chinos en el mercado estadounidense.

Este escenario, señaló Aquino, provocaría que China busque colocar su producción —acero, juguetes, televisores, computadoras— en otros mercados a precios más bajos, lo que beneficiaría a los consumidores, pero afectaría a industrias locales que compiten con esos bienes, como las de acero, textiles y manufacturas en el Perú.

Además, añadió, la caída de las exportaciones chinas a Estados Unidos reduciría su demanda de materias primas como cobre y hierro, impactando directamente en países proveedores como el nuestro. A ello se sumarían posibles restricciones a las inversiones entre ambas potencias, lo que agravaría la tensión comercial y generaría efectos en toda la economía mundial.

Por su lado, Eduardo Recoba, economista principal para Latinoamérica de iFOREX, adviertió que la reciente reactivación de la guerra arancelaria ya empieza a afectar al Perú, sobre todo por el lado del cobre: “de momento, sí nos está afectando un poco por el lado del cobre; no hemos hecho nada, absolutamente nada, para mitigar el golpe de arancel del diez por ciento sobre el cobre”, señaló., y añadió con cautela “me parece que es diez por ciento, corríjame si es otro dato”.

Recoba criticó la confianza local en que Estados Unidos respetará el acuerdo bilateral —“Perú cree, alucina, sospecha, piensa que Estados Unidos va a respetar el acuerdo comercial...” — cuando, en su opinión, la retórica estadounidense apunta a imponer condiciones. Frente a la falta de margen para responder con aranceles recíprocos, explica, la valorización de nuestras exportaciones se vería mermada: si antes se exportaba “a cuatro ochenta la libra de cobre, de concentrado”, con un diez por ciento adicional el costo pasaría al comprador y reduciría la demanda.

La alternativa es diversificar mercados; “felizmente tenemos a China como plan B”, pero Recoba advirtió que ese mercado también tiene límites —China tiende a preferir el cobre chileno porque exporta “laminados, camiseta de cobre, planchas”, mientras que Perú “solo exporta el concentrado” por falta de capacidad de refinamiento—.

El economista recordó que el país “ha dejado pasar la ola de buenos precios” y, sin un marco de inversión minera sólido —“no hemos tenido otro que Yaveco, entre comillas”—, el sector cuprífero peruano enfrenta una “tormenta perfecta” y una elevada vulnerabilidad.

En esa línea de pensamiento, Adrián Armas, Gerente Central de Estudios Económicos del BCRP, explicó a este diario durante la última presentación del Programa Monetario que el precio del cobre al momento cae 1,2%. En parte, esto puede haber estado influenciado por las declaraciones del presidente de Estados Unidos con respecto a posibles nuevas medidas arancelarias contra China, pero es parte de lo que los mercados ya han incorporado en sus proyecciones.

"Se espera justamente una situación de incertidumbre, porque todavía no se ha terminado de definir cuáles son los nuevos parámetros en las medidas de comercio exterior", señaló.

Para ponerlo en contexto, sin embargo, el cobre en lo que va el año ha aumentado más de 20%, entonces hay fluctuaciones de corto plazo y hay que estar pendiente, por supuesto, si esto implica o no un cambio, una tendencia.

La tendencia ha sido hasta ahora de un alza importante en los precios de exportación en nuestro país y por eso que estamos con niveles excepcionalmente altos en los términos de intercambio.

"Todavía muy prematuro, hay que todavía ver específicamente de qué medidas están hablando, si es que estas efectivamente se llegan a reclutar", finalizó.