Una lucha que le costó la vida: a Hipólito Quispehuaman lo mataron por defender la naturaleza
La historia de vida, y muerte, de Hipólito Quispehuaman Conde es desconocida para casi todos los peruanos. Pero debería significar mucho. Este defensor ambiental, dirigente de la Reserva Nacional Tambopata, decidió, en un ambiente hostil, atravesarse en la ruta de los que están acabando con los ríos, selvas y páramos de Madre de Dios.
Sabía que estaba en una tierra peligrosa para ejercer ese ‘liderazgo verde’. Y no de ahora, sino desde siempre.
La noche del 27 de julio lo asesinaron. Dos días antes había participado en una reunión con colectivos locales de protección del medioambiente, en la zona de Santa Rosa, La Pampa. Allí se discutieron acciones para preservar una zona considerada reserva natural.
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Sicarios lo silenciaron a tiros a Hipólito por alzar su voz en defensa de ese entorno mágico de nuestra Amazonía. Aún se desconoce quiénes lo asesinaron.
En su caso no solo no ha llegado la justicia: su esposa y sus tres hijos y todo su entorno familiar están en peligro por cuenta de las amenazas.
La pasión por el río, los bosques y la biodiversidad también le costó la vida –desde el 2012- a otros 54 defensores ambientales en el Perú que se oponían a mafias que obtienen rentas oscuras no solo de la minería ilegal, sino del narcotráfico, del tráfico de maderas y de terrenos.
CONSTERNACIÓN POR EL CRIMEN
“Estamos consternados”, manifestó el obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado, monseñor David Martínez de Aguirre Guinea, O.P.
“Es terrible la situación por la que se está pasando muchos lugares del Perú. Aquí, en Madre de Dios, es una situación de indefensión total para quienes se resisten a pensar en un mundo destruido”, indicó.
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Hipólito Quispehuamán, fundador de la Asociación Nueva Esperanza.
“La gente tiene miedo”, lamentó el obispo. “Y hay personas que deciden prácticamente autoinmolarse porque no quieren vivir en un mundo que destruya la naturaleza. No imaginan un mundo sin sus ríos, sin sus bosques, sin vida. Y peleando por la vida, están siendo asesinados”, expresó con dolor.
LUCHA POR LA NATURALEZA
Desde el 2008 hemos sido testigos de la lucha sostenida por el líder Hipólito Quispehuamán por salvaguardar los derechos de los agricultores de Nueva Esperanza, ante las amenazas de invasores y mineros ilegales. En años anteriores fue líder de nuestra organización y desde este frente también procuró y luchó por la defensa de los derechos de las personas y familias agricultoras, manifestó en un pronunciamiento el Comité de Gestión de la Reserva Nacional Tambopata.
Los miembros de ese Comité solicitaron al Estado protección inmediata a los familiares de la víctima y coordinar las acciones para su seguridad en el mediano plazo, así como una asignación de recursos para prevenir y proteger a la familia.
Asimismo, llevar adelante una investigación completa, imparcial y diligente sobre el asesinato, encontrar a los responsables y aplicarles una sanción ejemplar.
También piden tomar las acciones que sean necesarias para mejorar la incapacidad que tiene actualmente el estado para implementar de manera oportuna y adecuada el mecanismo para protección de los defensores.
NO HAY CANAL DE ATENCIÓN
“Es lamentable y terrible que no exista un canal de atención las 24 horas para los defensores en situación de emergencia. En el caso de Hipólito tuvimos que recurrir a profesionales aliados al no encontrar respuesta del mecanismo ante nuestra llamada desesperada”, se quejaron.
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El Comité pide reestructurar el mecanismo de protección de defensores de derechos humanos, empezando por la generación de partidas presupuestales para la operatividad frente a los hechos de patrullaje, rescate, entre otros, para asegurar la prevención de situaciones de riesgo y resguardo de los defensores ambientales.
Finalmente, solicitan poner en marcha una estrategia multisectorial para detener las economías ilegales que están acabando con Madre de Dios y asegurar la presencia permanente y efectiva del Estado en zonas vulnerables, donde se afectan los derechos de los defensores ambientales día a día.