El beneficio operativo de Porsche cae un 67% durante el primer semestre
0
Si los últimos dos años fueron duros para las empresas que tenían una fuerte presencia en China, este está resultándolo para las que EE.UU es un mercado importante. Para Porsche, la losa es doble, pues sus deportivos son apreciados alrededor del mundo y estos dos son grandes compradores. Los resultados del primer semestre no son alentadores: el beneficio operativo del fabricante de Stuttgart se contrajo un 67%, pasando de los 3.060 millones de euros del año pasado a los 1.010 millones de este. El margen operativo, uno de los indicadores más preciados de los fabricantes premium, pasó del 15,7% del año pasado –uno de los más sanos de la industria– a un 5,5%. Esto ocurrió incluso a pesar de que la reducción en ventas no fuera tan severa: sus 146.391 unidades entregadas son un 6,1% menos que lo de registraron el año pasado. De estas, el 36,1% estaban electrificadas –23,5% eléctricos y 12,6% híbridos enchufables–. El más popular de ellos fue el SUV Macan, con 45.137 entregas. La cifra de negocio cayó, de forma similar, un 6,7% hasta los 18.160 millones de euros. Según la compañía, el rendimiento del negocio se vio impactado por los retos macroeconómicos y geopolíticos actuales. «Esta no es una tormenta que vaya a parar. El mundo está cambiando dramáticamente y, más aún, de una forma diferente a lo que esperábamos hace unos años. Algunas de las decisiones estratégicas que tomamos entonces se ven bajo un prisma distinto hoy», sentenció el presidente de Porsche, Oliver Blume –que también es consejero delegado del Grupo Volkswagen–. Para Blume, existen tras factores determinantes para la situación actual del fabricante: «En China, la demanda ha caído drásticamente para el segmento del lujo. En EE.UU, los aranceles están sometiendo a una presión enorme a nuestro negocio y, finalmente, la transición al vehículo eléctrico está dándose de una manera más lenta a lo que habíamos previsto». Por ello, Porsche ha decidido tomar medidas de calado para recalibrar la compañía. En la primera mitad de 2025, los gastos especiales ascendieron a 200 millones de euros y a 500 millones para las operaciones de baterías. Dado que Porsche Norteamérica se comprometió a mantener el precio a sus clientes ante los aranceles, este cargo asciende a 400 millones. «Nuestro objetivo con la reestructuración es aumentar nuestra rentabilidad y resiliencia», afirmó Jochen Breckner, el director financiero del fabricante. Durante la segunda mitad del año, comenzarán las reuniones con los representantes de los trabajadores para una segunda batería de medidas, que prevén que «tengan un impacto positivo en la facturación y el flujo de caja durante los próximos años». De cara al fin de año, Porsche ha tomado en consideración el acuerdo entre Bruselas y Washington para rebajar los aranceles al 15% y espera que su facturación se quede en torno a los 37.000 millones, en línea con las previsiones anteriores. Los costes de la reestructuración ascenderán, estiman, a 1.300 millones de euros.