El peronismo pasó del insomnio del fin de semana a un acuerdo que deja heridos y sorpresas
El peronismo bonaerense cerró el capítulo de las negociaciones para la confección de las listas con un costoso acuerdo a nivel provincial y con costosas internas no saldadas entre los espacios integrantes y quiebres en distintos municipios en los que no pudo haber acuerdo.
Fueron días frenéticos, insomnes, que los voceros partidarios sienten por el desgaste de horas de negociación. Si bien es cierto que las competencias dentro del peronismo bonaerense nunca han sido del todo pacíficas y algunas veces se resolvieron -literalmente- a los tiros, en esta ocasión todo ha quedado sobrexpuesto.
Después del aplazamiento dispuesto por la Justicia Electoral, esta tarde se concretó la presentación de listas y, al menos en lo que se refiere a las candidaturas a la legislatura, quedan algunas apostillas para destacar.
La primera es que el gobernador Axel Kicillof logró poner a sus candidatos en las secciones más importantes numéricamente hablando. En la Primera Sección electoral encabezará el actual ministro de Infraestructura bonaerense y exintendente de San Martín, Gabriel Katopodis, secundado por Malena Galmarini, esposa de Sergio Massa y extitular de AySA. Además serán de la partida el intendente de José C. Paz, Mario Ishii; la nuevoencuentrista Mónica Macha, y el dirigente del Evita, Leo Groso.
En la tercera, la vicegobernadora Verónica Magario buscará traccionar votos en particular en La Matanza, su tierra natal. Será acompañada por otro matancero, Facundo Tignanelli, actual jefe de bloque en Diputados que tiene su propia construcción de La Cámpora en el municipio más importante de la provincia, tratando de desbancar a Fernando Espinoza, socio político de Magario. En ese sentido, al poner a espacios que compiten entre sí en la misma nómina, evitarían cortes de boletas o deslealtades. Serán acompañados por el intendente de Brown, Mariano Cascallares y por su par de Quilmes, Mayra Mendoza.
Otras secciones electorales serán encabezadas por La Cámpora o personas que se referencian con Máximo Kirchner: en la segunda el intendente de Exaltación de la Cruz, Diego Nanni; el presidente del concejo deliberante de Pehuajó, Diego Videla, en la cuarta; la extitular de la Anses y dirigente marplatense, Fernanda Raverta, en la quinta; el exintendente de Monte Hermoso, Alejandro Dichiara, para la sexta; María Inés Laurini en la séptima; y Ariel Archanco en la octava sección electoral, la que corresponde a La Plata.
Buena parte del debate que se generó entre los sectores fue acerca de tres puntos: la distribución de cargos, la posibilidad de candidatos testimoniales, y la posibilidad de las "boletas" cortas que apareció como amenaza el sábado y que hoy quedó concretada en municipios conflictivos. Todas quedaron atadas entre sí y eso fue casi un reaseguro para el conflicto.
Los intendentes del MDF Kicillofista, artífices del desdoblamiento, se propusieron encabezar sus listas locales en modo "testimonial". Los de La Cámpora no querían que existiera ese mecanismo por entender que sería un argumento utilizado por la oposición: en el recuerdo están las testimoniales de 2009, cuando el kirchnerismo perdió la provincia a manos de Francisco de Narváez.
A eso hay que sumar que muchos jefes comunales no querían dejar espacio a nadie que no les respondieran 100 por ciento.
Mientras tanto, las listas "cortas" que en otras ocasiones hubieran sido un problema menor, en este caso se concertarían en una amenaza de grandes dimensiones ya que en septiembre habrá sólo dos categorías. Traducido: en un municipio en el que se habilite el mecanismo habría una boleta de dos cuerpos de Fuerza Patria (Legislatura y Concejo Deliberante) y una "corta" de un cuerpo (Al Concejo) que cuenta con el 50% del tamaño de la primera.
Esa situación se dará, por ejemplo, en Mar del Plata, dónde no hubo conciliación posible entre la postura de Raverta y el exintendente Gustavo Pulti. Allí la extitular de la ANSES tendrá la candidatura a la legislatura y controló el armado de la lista de concejales, con la inclusión de su pareja como segundo candidato. Pulti, después de las infructuosas negociaciones, llevará a sus postulantes bajo el sello "acción marplatense", que incluye en su seno a dirigentes de todo el espectro del kicillofismo.
La unidad, a cualquier precio
En ese escenario, la unidad conseguida por el encarcelamiento de Cristina Kirchner no obró como bálsamo entre las partes, sino que agudizó la puja por la conducción, por "la lapicera" que, en última instancia, cierra las candidaturas.
En la mesa se sentaron el gobernador Kicillof acompañado por 50 intendentes que reclaman protagonismo; Máximo Kirchner y La Cámpora detentando la supuesta intención de voto que tendría su conductora Cristina; y Sergio Massa, el último candidato presidencial que llegó a obtener 37 porciento de votos a pesar del mal desempeño del gobierno de Alberto Fernández. ¿Quién conduce y quién acompaña? Al que acompaña ¿Qué lugar se le da? fueron las preguntas sin respuesta clara.
El sábado, cerca de las 19 un mensaje inquietante llegó a muchos celulares de dirigentes políticos peronistas en distintos municipios del conurbano pidiendo armar "boletas cortas". Esos teléfonos correspondían a dirigentes del Kicillofismo, según pudo corroborar El Cronista.
Entre las 20 y las 23 las negociaciones parecieron estancadas, en especial entre el cristinismo y el kicillofismo. El acuerdo, precario, llegó al filo de la medianoche. Luego la Justicia extendió la inscripción hasta hoy a la tarde.
Ahora, el panorama es de tensión en muchos distritos: hay intendentes que "no abrieron" sus listas, como el caso de Jorge Ferraresi en Avellaneda, o de Julián Álvarez en Lanús, que dejó fuera de competencia al dirigente del Evita, Agustín Balladares, quién había aportado a la campaña de 2023 que lo llevó a la intendencia.