Demoscopia costalera
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Hubo un tiempo en que el afán del costalero mataba el hambre. Las cuadrillas bajo el mando del auténtico capataz podían recoger aceitunas o sacar al Nazareno el Viernes Santo con el mismo sentido de pertenencia al grupo y vocación por el trabajo. Jornaleros del Señor y del campo . Eran décadas duras de necesidad. La devoción tenía recompensa y la asepsia a la fe no era más que un acto natural bajo el paraguas de la tradición y la piedad popular. Cuando no la coartada servil. Ni por asomo el costalero cobraba el centro de la atención y cualquier figurante bíblico que acompañase al paso dibujaba las miradas del curioso que se apostaba en la acera. Los tiempos han... Ver Más
