Una ruta senderista en Catalunya que es un paraíso entre lagos y refugios de montaña

Al abrigo de las montañas del Pirineo catalán se despliega una de las rutas de alta montaña más emblemáticas de la península ibérica. Carros de Foc, un recorrido circular de unos 55 kilómetros, atraviesa el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici conectando nueve refugios que sirven de apoyo al caminante.

Esta travesía, concebida inicialmente como una conexión entre guardas de montaña en 1987, se ha convertido en un referente para senderistas que buscan una experiencia integral en plena naturaleza: exigencia física, paisajes imponentes y una red de acogida organizada al detalle.

El entorno que abraza este circuito es el único parque nacional de Catalunya, protegido desde 1955 por su valor paisajístico, ecológico y geológico. Más de 200 lagos se distribuyen entre valles, collados y crestas, moldeados por el glaciarismo que dio forma a estas tierras.

Entre ellos se encuentran nombres tan sugerentes como el Estany Llong, el Estany de Sant Maurici, el Estany Negre o el Estany de Colomers. A lo largo del recorrido, se suceden torrentes, bosques de pino negro, riscos escarpados y pasos por encima de los 2.700 metros de altitud, como el collado de Contraix, que marca uno de los puntos más técnicos de la travesía.

Cada año centenares de personas se lanzan a completar esta ruta a pie. La mayoría lo hace en cinco o seis etapas, pernoctando en los refugios que salpican el parque. Aunque existe una modalidad rápida pensada para quienes completan la vuelta en uno o dos días, la experiencia más habitual es la de una travesía pausada que permite disfrutar con detenimiento de los paisajes, la fauna y el trato humano en los refugios. La variedad de trazados posibles permite adaptar la ruta al nivel de experiencia, condición física y disponibilidad de tiempo de cada caminante.

Preparativos para la travesía: accesos, etapas y forfait

Organizar una travesía por Carros de Foc implica tener en cuenta múltiples variables: desde el punto de inicio hasta el número de etapas, pasando por la reserva de estancias en refugios o la adquisición del forfait oficial. La ruta no tiene un único comienzo ni una dirección obligatoria, por lo que se puede adaptar al gusto y condiciones del senderista.

El forfait, con un precio de 35 euros, permite registrar el paso por cada uno de los nueve refugios mediante un sello. Además, esta credencial incluye un mapa oficial del recorrido a escala 1:50.000 editado por Editorial Alpina y un obsequio del patrocinador oficial Ferrino, especializado en material de montaña.

El recorrido completo tiene una longitud aproximada de 55 kilómetros con un desnivel acumulado que supera los 9.000 metros. Para adaptarse a distintos niveles y estilos de senderista, la organización ofrece varias modalidades.

La opción “Open” está pensada para quienes prefieren planificar sobre la marcha, sin una ruta predeterminada ni reservas centralizadas. Para familias con niños o caminantes que buscan etapas más suaves, la modalidad “Kids” propone tramos accesibles y pausados, con alojamientos adaptados a ese perfil.

La alternativa “Confort” permite recorrer el circuito con traslado de equipaje entre refugios y alojamiento complementario en hotel, ideal para quienes priorizan el descanso tras cada jornada. Por otro lado, la modalidad “Plus” amplía el itinerario al incluir dos refugios adicionales fuera del circuito principal, ofreciendo así una experiencia más completa para senderistas con mayor fondo físico. Cada una de estas opciones permite descubrir el entorno de alta montaña desde un enfoque diferente, manteniendo siempre la seguridad como prioridad.

Nueve paradas para el descanso en altura

Carros de Foc se sostiene gracias a sus nueve refugios de montaña, esenciales para completar la ruta, ya que la acampada libre está prohibida en el parque nacional. Estos alojamientos ofrecen pernocta, restauración y servicios básicos en entornos de gran belleza, como Amitges junto a lagos glaciares, Colomers en el corazón del conjunto lacustre del Pirineo, y Ventosa i Calvell en zonas técnicas del recorrido. La red completa permite planificar un itinerario seguro y adaptado a diferentes niveles.

Más que simples alojamientos, los refugios son puntos de encuentro que promueven la convivencia y el respeto en la alta montaña. Conservan la tradición de los primeros guardas y brindan información clave sobre el clima y las sendas, combinando comodidad y autenticidad en un entorno natural protegido. Así, avanzar entre refugios es también sumergirse en la historia y cultura de este paraíso pirenaico.