Hospital Larco Herrera en pésimas condiciones: Contraloría revela deficiencias en infraestructura y equipos inoperativos para sus pacientes
Desde duchas rotas, paredes con huecos hasta sillas de ruedas en mal estado. Estos son algunos de los problemas que enfrentan los pacientes psiquiátricos del Hospital Víctor Larco Herrera, en Lima. Según un informe elaborado por la Contraloría General de la República, en el Pabellón n° 8, donde se atienden a personas con diagnóstico de retardo mental, rasgos autistas, ambos en niveles moderado y profundo, trastorno esquizofreniforme, discapacidad neurocognitiva moderada y profunda, se ha evidenciado la presencia de equipamiento médico deteriorado e infraestructura en pésimo estado.
Tal como lo detalla el Informe de Visita de Control n.° 006-2025-OCI/0998-SVC, durante la inspección física realizada el 21 de abril de este año, la Contraloría detectó el deterioro de los servicios higiénicos del primer piso del pabellón mencionado, que alberga a 28 pacientes del Servicio de Recuperación y Reinserción Familiar y Social, los cuales no estarían equipados correctamente.
La entidad comprobó la presencia de losetas rotas en el piso de las duchas, las cuales generan peligro punzocortante; inodoros con alambres oxidados e incluso rotos, lavaderos con fuga de agua, entre otros. " Se observa la pared húmeda con moho, deteriorando incluso la estructura de la misma, lo que puede acarrear la caída del muro, exponiendo la vida de los pacientes y personal asistencial", se lee en una nota de prensa elaborada por la Contraloría.
PUEDES VER: Cae peruano que huyó de un crimen en EE. UU. y vivió tres décadas con identidad falsa: trabajaba en Corpac
"El mal olor que emana los servicios higiénicos es intenso, por lo que se necesita el uso de productos de limpieza que sean efectivos para el aseo de pisos, paredes, inodoros y duchas (...) No cuentan con jabón de tocador, ni champú suficiente para los 28 pacientes, los cuales requieren ducharse hasta tres veces por día debido a su diagnóstico clínico y se ven limitados en su limpieza personal, exponiéndose a enfermedades graves que incluso pueden causarles la muerte", acotó.
Pacientes atendidos pese a infraestructura en mal estado
La Contraloría también alertó sobre el pésimo estado de los pasadizos del Pabellón n.° 8, pues informaron sobre la presencia de equipamiento médico deteriorado y fuera de servicio. Asimismo, a esto se le suma la falta de un nebulizador portátil para pacientes con problemas respiratorios. "Se evidenció la existencia de un solo tensiómetro con muchos años de uso y no cubre la necesidad de la cantidad de pacientes, mientras que los termómetros digitales no marcan la temperatura exacta por falta de pilas o tiempo de vida útil", aclaró la entidad.
A la par, también se hallaron seis sillas de ruedas, de las cuales solo dos estarían en óptimas condiciones, mientras que las otras cuatro estarían oxidadas, sin aros propulsores y sin posapiés. En tanto, el coche de medicamentos del área de tópico del pabellón también se encuentra oxidado, al igual que las camas de fierro y los armarios metálicos.
El Hospital Víctor Larco Herrera es una institución dependiente al Ministerio de Salud, En ese sentido, La República se comunicó con el área de prensa de la cartera que dirige César Vásquez; no obstante hasta el cierre de esta edición no obtuvimos respuestas.
Otras deficientes detectadas por la Contraloría
Las paredes, los pasamanos y las puertas también presentan graves problemas de calidad. Según la entidad fiscalizadora, dicha infraestructura presenta elementos oxidados, huecos visibles, bordes rotos y clavos sobresalientes. Además, las ventanas no cuentan con los vidrios completos, lo que permite el ingreso de insectos, así como aire frío que "podría provocar enfermedades respiratorias de los pacientes que, por su diagnóstico clínico, son muy vulnerables", señala la Contraloría.
También se detectó que los pisos y rampas del patio están deteriorados y colapsados por la falta de mantenimiento, lo que representa un riesgo para el tránsito seguro de pacientes y personas en silla de ruedas. Además, el comedor carece de ocho sillas, lo que obliga a los pacientes a turnarse para alimentarse, y su techo presenta orificios que podrían propiciar la aparición de roedores.
¡Sigue a La República en WhatsApp! Únete a nuestro canal desde tu celular y recibe las noticias más importantes de Perú y el mundo en tiempo real.
