Graves episodios de violencia estallan en Irlanda del Norte contra inmigrantes rumanos
Conmoción en Irlanda del Norte en la tercera noche de algaradas en la localidad de Ballymena tras la detención de dos migrantes por una presunta agresión sexual, unos disturbios que se han saldado de momento con más de una treintena de policías heridos. Según la prensa británica, algunas familias están huyendo de sus casas en esta localidad después de que alborotadores enmascarados comenzaran a señalar propiedades de ciudadanos extranjeros durante una nueva noche de revueltas de tinte xenófobo en Irlanda del Norte.
El miércoles grupos de agitadores prendieron fuego a un centro deportivo convertido en refugio para jóvenes inmigrantes. Alborotadores con pasamontañas atacaron las estas instalaciones, en Co Antrim, una ciudad costera cerca de Ballymena. En esta ciudad también hubo nuevos disturbios con decenas de personas lanzando proyectiles, bombas incendiarias y fuegos artificiales a la policía antidisturbios. The Telegraph informa que bandas vestidas con ropa negra y pasamontañas gritaban “¿dónde están los extranjeros?” mientras saqueaban las calles, rompiendo ventanas e incendiando casas, de acuerdo al testimonio de varios testigos.
De nada sirvió el llamamiento a la calma por parte de líderes de todo el espectro político ya que en la tercera noche se volvieron a producir incidentes. La Policía tuvo que intervenir para sofocar ataques incendiarios en las calles de Ballymena y alertó de que algunos actos de las últimas noches están siendo investigados como posibles delitos de odio "motivados por cuestiones raciales".
Los disturbios estallaron el lunes por la noche después de que se celebrara una vigilia por una adolescente que supuestamente fue agredida por dos chicos de 14 años. La chicos habían comparecido ante el tribunal por intento de violación ese mismo día, donde un intérprete rumano les leyó los cargos. Gran parte de la violencia en las calles de Ballymena estaba dirigida contra la comunidad romaní local, que tiene una presencia significativa en la zona, según el citado medio.
La primera ministra: "Es puro racismo"
Michelle O'Neill, primera ministra de Irlanda del Norte, calificó la violencia de "puro racismo" que no debería confundirse con la petición de justicia para la niña que presuntamente fue atacada. “Es racismo puro, no hay otra manera de disfrazarlo”, dijo O'Neill. “La gente fue expulsada de sus casas con bombas incendiarias, las puertas fueron derribadas, las ventanas fueron destrozadas, las familias fueron intimidadas. “Eso es absolutamente inaceptable y todo lo que sea necesario para ponerle fin es nuestra prioridad en términos de la interacción que tenemos con el PSNI”.
Jim Allister, diputado del partido Voz Unionista Tradicional, encendió el debate al vincular los disturbios con la “inmigración descontrolada” en la zona. Varios inmigrantes contaron que se vieron envueltos en actos de violencia cuando grupos de alborotadores invadieron sus propiedades. El martes, jóvenes enmascarados lanzaron un taburete de bar contra la ventana de la casa de Vladimir, de 33 años, de Eslovaquia, y su pareja, Pavlina, de 35 años, de la República Checa.
Para evitar que sus casas sean atacadas durante los disturbios, los vecinos de esta ciudad de mayoría protestante han estado exhibiendo la Union Jack y la bandera de Irlanda del Norte en sus ventanas, asegura el periódico The Times. En varias casas de la zona de Clonavon Terrace, que ha sido el epicentro de los disturbios, se pueden ver carteles que dicen “Aquí vive filipino” junto a la bandera del país.
Jon Boutcher, jefe de policía del Servicio de Policía de Irlanda del Norte, advirtió de que los disturbios corren el riesgo de socavar el proceso judicial por el presunto ataque sexual. El primer ministro laborista Keir Starmer pidió calma y condenó "rotundamente" la violencia. Los ministros de los partidos políticos de Irlanda del Norte, incluido el Sinn Fein, el DUP, el Partido Alianza y los Unionistas del Ulster, dijeron que los involucrados en la violencia no tenían nada que ofrecer a la sociedad excepto "división y desorden".