Ni el dragón ni la quimera: este es el animal nacional de Escocia que está sacado de la mitología
Todas las naciones toman ciertos objetos, animales o signos que les distinguen y representan sus valores, su historia, su legado común... Los más reconocibles son las banderas, a través de las cuáles el resto de países los identifican de un solo vistazo. Sin embargo, estos no son los únicos símbolos que toman los estados para escenificar su identidad.
Una de las formas en las que los países se presentan a si mismos ante el resto del mundo son los llamados 'animales nacionales', figuras de seres vivos que se suelan asociar con la fauna local o con los valores, tradiciones e historias del lugar. En el caso de España, si bien no existe un animal nacional reconocido como símbolo de la nación, tanto el toro de lidia como el león hispano suelen tomarse como los más representativos del país.
También es común que un mismo país tenga a la vez varios animales como símbolos, tomando normalmente especies endémicas de la región u otras que destaquen por su fuerza, su astucia u otras cualidades positivas. Este es el caso del águila calva y el bisonte americano en Estados Unidos, así como del singular ajolote en México, o del caballo de Karabaj en Azerbaiyán.
Sin embargo, por su historia y leyendas nacionales, hay ciertos países que han tomado como símbolos animales fantásticos o criaturas mitológicas que están fuertemente instauradas en su conciencia social. Es el caso del gallo de Barcelos de Portugal, del Garuda de Tailandia o del ave fénix en Grecia. En el día de hoy, hablaremos acerca del caso de otro ser fantástico con orígenes celtas en un país europeo.
Ni el dragón ni la quimera: este es el animal nacional de Escocia que está sacado de la mitología
De la misma forma que el león hispano ha formado parte desde hace siglos de la heráldica española, en Escocia hay un ser mitológico que aparece tradicionalmente en distintos escudos. Aunque la elección de una criatura mítica para representar la identidad escocesa está profundamente arraigada en su historia y su cultura.
Se trata del unicornio, que continúa siendo el animal nacional de forma oficial de Escocia desde que fue instaurado en el siglo XV, durante el periodo en el que el rey Jacobo III estuvo en el poder. Sin embargo, ha formado parte de la heráldica del país ya desde el siglo XII con el monarca Guillermo I.
Tanto la mitología celta como parte de la medieval consideraban a esta mítica criatura una representación de la más alta pureza, la inocencia y la virtud. Estos valores positivos llevaron a que los monarcas quisieran que la sociedad escocesa fuera identificado con ellos. En muchos lugares se creía que los unicornios solo podían ser domados una doncella virgen, por lo que estos eran un símbolo de lo inmaculado, noble e íntegro.
Además, los celtas le otorgaban a estos caballos fantásticos de un solo cuerno una relación con la naturaleza salvaje, un carácter indomable y ferozmente fuerte, capaz de hacer frente sin miedo a cualquier otra bestia. Escocia y los pueblos que habitaron el norte de la isla de Gran Bretaña tienen una historia común marcada por los conflictos y tensiones con otros territorios cercanos.
En la mitología, el unicornio mantenía una rivalidad eterna con el león (el animal nacional de Inglaterra). Considerados enemigos acérrimos, estas dos fieras se disputan el título de 'el rey de las bestias'. Dada la rica tradición escocesa, tan rica en leyendas y folclore, el país adoptó al unicornio como símbolo nacional para representar la pureza y fuerza indomable de su pueblo.
Hoy en día, el unicornio sigue siendo un símbolo omnipresente en Escocia, apareciendo en edificios históricos como el Castillo de Stirling, en fuentes públicas, y en la Royal Mile de Edimburgo, así como en diversos monumentos y arte a lo largo del país. Cada 9 de abril, se celebra el Día Nacional del Unicornio en Escocia.