Jugadores del PSG realizaron un paseo por toda la capital francesa y llevaron la “Orejona” hasta el Palacio del Elíseo
La conquista de la Champions League por parte del PSG trajo mucho desenfreno en las calles de París. Al menos 491 personas fueron detenidas durante algunos episodios de violencia relacionados con las celebraciones por la victoria parisina sobre el Inter de Milán, señaló la Prefectura capitalina.
Según la autoridad policial, citada por el diario Le Parisien, nueve agentes resultaron heridos en los hechos, que incluyeron en el epicentro de la celebración, la avenida de los Campos Elíseos, donde ayer el elenco comandado por Luis Enrique paseó de manera triunfal ante más de 100.000 hinchas que se congregaron hasta llegar al Arco del Triunfo para participar en el delirio colectivo de un club y de una afición que llevaban muchos años intentando lograr el máximo trofeo europeo.
A bordo de un autobús de dos pisos abierto que avanzaba muy lentamente, los jugadores y el entrenador Luis Enrique, festejaron junto con los aficionados, congregados desde hacía varias horas. Dembelé, Hakimi, Marquinhos, Vitinha, Doué o Fabián se fueron pasando la copa para levantarla en el autobús, decorado con los colores azul y rojo del PSG.
A sus pies, aficionados enfervorizados gritaban, agitaban banderas, hacían fotos o cantaban, mientras la megafonía repetía de forma cíclica el eslogan del club: “¡Esto es París!”, “Por fin somos campeones de Europa”, gritaban.
Tras este episodio, la comitiva fue recibida en el Palacio del Elíseo por el presidente de la República, Emmanuel Macron, que aprovechó el acto para enviar una condena firme ante los incidentes “inaceptables” que marcaron las celebraciones en la noche del sábado al domingo, teñidas también de luto por dos fallecidos. “Castigaremos y seremos implacables”, dijo Macron.