El europeísta Dan se impone al ultra Simion en Rumanía
El alcalde de Bucarest y candidato europeísta Nicusor Dan logró ayer una victoria histórica en Rumanía y consiguió darle la vuelta a unas encuestas que apuntaban al triunfo del ultraderechista George Simion. Nicusor se impuso en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con un 54,03 por ciento de apoyo, frente a un 45,97 de Simion, según resultados oficiales correspondientes al 93,73 por ciento del escrutinio. Los sondeos a pie de urna ya daban a Dan como ganador de las elecciones y tras conocerse, el propio Dan ha destacado el «momento de esperanza» que vive, pero ha pedido paciencia porque «se avecina un periodo difícil pero necesario».
La hipótesis de Simion como presidente de Rumanía, un político de extrema derecha, preocupaba en Bruselas, sobre todo porque es considerado un político prorruso y antieuropeo. De hecho, ayer y antes de que se conocieran los resultados propagó la idea de una elección manipulada y aseguró, desde antes de conocerse los resultados, que éstos darían la victoria a su rival Dan, pero que el vencedor, en realidad, es él. Es decir, que no reconoce los resultados. «¡He ganado. Seré el nuevo presidente de Rumanía y devolveré el poder a los rumanos!», publicó en su cuenta de Facebook siguiendo los pasos de Trump, de quien se confiesa admirador.
El aumento de la popularidad del candidato ultra en la primera vuelta se debió en parte al descontento social por la suspensión de las pasadas elecciones bajo sospecha de influencia extranjera, rusa en concreto. El tribunal constitucional suspendió las elecciones que ganó el partido de Simion con su candidato Calin Georgescu a raíz de unos informes de inteligencia que apuntaban a una manipulación desde Rusia a través de una serie de estrategias de manipulación en las redes sociales, así como de supuesta financiación ilegal. La investigación sigue en curso, y Simion y el excandidato original de su partido han repetido que se trataba de una estrategia para controlar las elecciones e impedir un resultado que no le conviene a Europa.
A pesar de la victoria del candidato europeísta, y de haber salvado la peligrosa deriva que supondría un gobierno prorruso en la misma frontera con Ucrania, es obvio por los resultados que Rumanía se encuentra dividida y muy polarizada, por lo que es posible que dicho enfrentamiento entre facciones radicalizadas en el país a raíz de la sensación o de la agitación por parte de Simion y los suyos de unas elecciones robadas permanezca en los próximos meses. Simion se había presentado como un «luchador por la libertad» y había reiterado que, ante todo, quiere resolver los problemas económicos de su país. Uno de sus temas favoritos ha sido criticar el uso de fondos públicos para financiar la guerra en Ucrania, en la cual Rumanía se ha convertido en un lugar clave por poseer frontera con dicho país, así como un importante puerto en el Mar Negro, que separa la Unión Europea de Ucrania y de Crimea, anexionada por Rusia en 2014. En la primera vuelta había ganado Simion y el resultado llevó a la dimisión del primer ministro de Rumanía, Marcel Ciolacu, ya que el candidato de su coalición de gobierno PSD-PNL-UDMR no llegó ni a entrar en la segunda vuelta. Por otra parte, una de las claves en estos comicios es la diáspora rumana, muy numerosa, con más de 1,5 millones de electores, que en su mayoría apostaban por Simion, también buena parte de los alrededor de 130.000 rumanos residentes en España. En Estados Unidos, sin embargo, donde todos los inmigrantes están sufriendo las consecuencias de las políticas de Trump, la comunidad rumana prefería votar por Dan.
En marzo, tras la decisión del Constitucional, se produjeron protestas en Budapest que acabaron con altercados y el viernes el movimiento de apoyo a Simeon volvió a manifestarse. Si éste termina por no reconocer los resultados, es más que probable que asistamos a una nueva ronda de protestas con un fin abierto y una alta desestabilización del país. La escritora rumano-luxemburguesa Larisa Faber pronostica en el diario The Guardian un movimiento de protesta similar al que tuvo lugar durante la caída del telón de acero. En un artículo titulado “En 1990, mi madre luchó por la libertad de Rumanía. ¿Harán lo mismo los hijos de la revolución?” alerta de que Rusia tratará de extender su esfera de influencia a dicho país.