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La increíble historia de tres hermanas reencontradas tras 57 años por un inesperado test de ADN

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La historia de Geraldine, Trish y June es un testimonio de la lucha por la identidad y la búsqueda de la verdad. En un contexto marcado por el silencio y el sufrimiento, el descubrimiento de su conexión biológica transforma sus vidas para siempre.

El Hogar para Madres y Bebés Bessborough, en el condado de Cork, se convierte en el escenario de una tragedia familiar que se extiende por más de medio siglo. La separación de una madre y su hija, bajo circunstancias dolorosas, sienta las bases para un reencuentro que cambiará el destino de estas mujeres.

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¿Cuál es la historia de las tres hermanas separadas?

En la década de 1950, el Hogar para Madres y Bebés Bessborough operaba como un convento católico que albergaba a mujeres solteras embarazadas. Estas instituciones, bajo la tutela de las Hermanas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, ofrecían asilo a cambio de silencio y trabajo. Mary Wills, una joven madre soltera, fue internada allí junto a su hija Geraldine, a quien se vio obligada a entregar en adopción. Esta práctica sistemática fue denunciada por el Estado irlandés en 2021, revelando la crueldad del sistema que trataba a las mujeres como "pecadoras".

La búsqueda de respuestas por parte de Trish y June se prolongó durante décadas, hasta que un regalo navideño en diciembre de 2023 desencadenó un descubrimiento inesperado. Trish regaló a su hija Laura una prueba de ADN, que, tras un primer resultado negativo, reveló una coincidencia genética con Geraldine. Este hallazgo, que inicialmente fue tomado como una broma, marcó el inicio de un reencuentro que había estado esperando durante 57 años.

¿Cómo fue el reencuentro entre las hermanas tras 57 años?

Las tres hermanas organizaron una videollamada que resultó en una conexión inmediata. Reconocieron sus similitudes en gestos y risas, y dos semanas después se encontraron en persona en Somerset. Este encuentro no solo fue emotivo, sino que también permitió a Geraldine acceder a la historia de su madre biológica, revelando que Mary había sido víctima del sistema coercitivo de Bessborough. Las hermanas comprendieron que la entrega de Geraldine no fue una elección, sino una imposición del entorno que las rodeaba.

El reencuentro culminó en una visita a la tumba de Mary, donde las hermanas rindieron homenaje a su madre. Este acto simbólico cerró un ciclo de dolor y permitió a las tres mujeres comenzar un nuevo capítulo en sus vidas. Con planes de viajar a Irlanda para explorar las raíces familiares, Trish expresó: "Este es el comienzo de crear recuerdos juntas ahora".