La escalofriante amenaza de los rebeldes hutíes a Trump “esté o no en la presidencia”
Los rebeldes hutíes del Yemen advirtieron este lunes que tomarán venganza por “los crímenes estadounidenses” en el Yemen, y amenazaron en particular al presidente de Estados Unidos Donald Trump, “esté o no en la presidencia”.
“Ni Trump ni nadie más, durante su presidencia o no, escapará al castigo por estos crímenes”, dijo Mohamed Muftah, el viceprimer ministro primero del Gobierno de los insurgentes hutíes, que controlan Saná y amplias regiones del norte, centro y oeste del Yemen desde hace más de diez años.
Su amenaza se produce después de que este lunes un bombardeo estadounidense matara a cerca de 70 migrantes africanos en un centro de custodia preventiva en la ciudad de Sadá, que se unieron a otras ocho víctimas mortales que dejó el domingo otro ataque en el suburbio de Bani al Harith, a unos 20 kilómetros al norte de Saná.
“Los estadounidenses deben esperar la respuesta de nuestras fuerzas armadas, de las tribus y del pueblo yemeníes a estos crímenes brutales”, añadió Muftah, citado por el canal de televisión Al Masira, portavoz de los insurgentes hutíes, un grupo respaldado por Irán.
“Los estadounidenses, que se suponía debían poner fin a la agresión contra Gaza, y dejar de apoyar a (la guerra) israelí, se negaron a hacer nada más que ahogarse en el atolladero yemení”, añadió.
Reiteró asimismo que los hutíes continuarán su apoyo a Gaza “con la sangre y las almas de nuestro pueblo”, y pidió a “los gazatíes confíen en que no los abandonaremos”.
Los insurgentes yemeníes aseguraron hoy que al menos 68 personas murieron y otras 47 resultaron heridas en el bombardeo por Estados Unidos de un centro de custodia preventiva de migrantes africanos en Sadá, ciudad bastión de los rebeldes hutíes y cuna de su máximo líder Abdelmalek al Hutí.
Por orden del presidente Donald Trump, Estados Unidos inició el 15 de marzo una campaña de bombardeos sin precedentes contra el Yemen con el objetivo declarado de destruir las capacidades militares de los hutíes, pero los insurgentes denuncian que estos ataques han golpeado sitios civiles y han causado la muerte de alrededor de 200 personas.
Con esta campaña, Washington espera que los insurgentes sean incapaces de interrumpir la navegación comercial en el mar Rojo con sus operaciones contra buques que transitan por la zona, así como que detengan sus ataques contra Israel en apoyo a los palestinos de la Franja de Gaza. EFE