Trump emprende contacto directo con Hamás
En un acto sin precedentes, poco después de que Donald Trump amenazara de muerte a toda la población de Gaza, su enviado personal para misiones especiales, Adam Boehler, emprendía en Catar un diálogo inédito con líderes de Hamás.
Apenas unas horas antes, en el escenario imperial de la Casa Blanca, el mandatario advertía a Hamás su eliminación si no liberaba de inmediato y sin condiciones a todos los prisioneros israelíes en su poder.
Trump pronunció su brutal amenaza el miércoles, ante un grupo de israelíes liberados en virtud de un Acuerdo al que el primer ministro Benjamín Netanyahu se negó a dar continuidad, tal como estaba previsto, antes de que terminara febrero. Habían acudido al presidente estadounidense para rogarle que forzara a Benjamín Netantyahu a cumplir lo pactado, no a proseguir la guerra.
Experto en montar un show capaz de distraer multitudes en redes sociales o en las cadenas de televisión que marcan pauta en Estados Unidos, Trump provocó alarma y estupor.
Su temible amenaza, expresada en un mensaje difundido en su red Truth Social (la de su «verdad»), el magnate inmobiliario que tiene puesto el ojo en Gaza, para sumarla a su patrimonio y el de sus socios, profirió un mensaje aterrador:
«Le estoy mandando a Israel todo lo que necesitan para terminar el trabajo. Ningún miembro de Hamás estará a salvo, si no hacen lo que les digo. Me acabo de reunir con sus antiguos rehenes, cuyas vidas ustedes destruyeron», escribió Trump.
«¡Esta es mi última advertencia! A vuestra dirigencia, este es el momento de abandonar Gaza, mientras están a tiempo. También, a la gente de Gaza: un futuro maravilloso los espera, Pero no si retienen rehenes. Si lo hacen, ¡están muertos! Tomen una decisión inteligente. Liberen los rehenes ahora, y devuelvan inmediatamente todos los cadáveres de las personas que asesinaron, o tendrán que pagar en un infierno».
Entretanto, afuera de la Casa Blanca, familiares de los prisioneros cautivos de la Resistencia Palestina en Gaza denunciaban la negativa del jefe del Gobierno israelí, quien enfrenta por estos días un juicio por tres causas de corrupción.
En su protesta para pedir la liberación de los rehenes, según el reporte del diario israelí Haaretz, Ayala Metzger, cuyo marido murió en cautiverio, dijo que Netanyahu prefiere continuar la guerra y «aferrarse a las fantasías sobre la reorganización de Oriente Medio». Gal Goren, que perdió a sus dos padres en el ataque de Hamás, dijo que el último acuerdo de liberación de rehenes fue impuesto a los ministros de Netanyahu, y que por eso «insistieron en perforarlo con agujeros para luego poder frustrarlo».
Insólito encuentro entre Hamás y Estados Unidos
La amenaza de desencadenar un infierno sobre Gaza y matar a toda su gente, inconcebible en el Jefe de Estado de una gran potencia como Estados Unidos, sería impensable si no se llamara Donald Trump.
Tan pronto trascendió, Hamás rechazó la diatriba del jefe de la Casa Blanca y lo llamó a la cordura.
El portavoz del movimiento Hamás, Hazem Qassem, en respuesta a la publicación de Trump, advirtió que «esas amenazas complican los asuntos relacionados con el acuerdo de alto al fuego y alientan a la ocupación israelí a no cumplir con sus disposiciones.
«El acuerdo —recordó— fue firmado con Washington como mediador e incluye tres fases. Hamás ha cumplido con la primera fase, mientras que Israel evade la segunda fase.
«Lo que se requiere —subrayó el dirigente de Hamás— es que la administración estadounidense presione a Israel para que participe en las negociaciones de la segunda fase, según lo estipulado en el acuerdo de alto al fuego».
Al parecer eso fue lo que se habló en Doha esa noche del miércoles hasta el amanecer del jueves durante la inimaginable reunión directa entre funcionarios de Estados Unidos y Hamás.
Fuentes egipcias, citadas por Reuters, dijeron que las conversaciones terminaron «positivamente» e indican una «próxima transición» a la Etapa 2 del alto el fuego con Israel.
Las partes discutieron la gobernanza en Gaza después de la guerra, incluido los nombres de quiénes administrarían el territorio, dijeron las fuentes.
Por su parte, el canal panárabe Al Mayadeen aseguró —citando una fuente palestina— que la reciente reunión entre Estados Unidos y Hamás fue «solicitada por los estadounidenses», lo que «tomó por sorpresa a los israelíes».
Ese detalle también lo confirmó el periódico Haaretz, al que sus informantes le dijeron que Tel Aviv se enteró por otros canales. El funcionario afirmó que «la parte estadounidense no propuso una fórmula específica para un intercambio de prisioneros, sino que escuchó la perspectiva de Hamás».
Añadió que «el enviado estadounidense se centró únicamente en la cuestión de los intercambios de prisioneros» y no discutió un alto al fuego ni el fin de la guerra.
«El enviado estadounidense salió de la reunión con una impresión positiva», creyendo que «las negociaciones con Hamás eran posibles», afirmó la fuente citada por el diario israelí.
El otro plan de Estados Unidos para la segunda fase
Según reportó desde El Cairo la agencia AP, se cree que Hamás aún tiene con vida a 24 rehenes tomados en el ataque del 7 de octubre de 2023, entre ellos el israelí-estadounidense Edan Alexander. También tiene en su poder los cuerpos de otras 34 personas que murieron en el ataque inicial o que estuvieron en cautiverio, así como los restos de un soldado muerto en la guerra de 2014.
Hamás liberó a 25 rehenes israelíes y los cadáveres de ocho más, a cambio de casi 2 000 prisioneros palestinos en la primera fase de 42 días del alto el fuego, que terminó el sábado.
Israel apoya lo que dice es un nuevo plan estadounidense para la segunda fase, en la que Hamás liberaría a la mitad de los rehenes restantes inmediatamente y al resto cuando se negocie un alto el fuego permanente. Hamás ha rechazado la propuesta y dice que se atiene al acuerdo firmado en enero.
En un intento de presionar a la Resistencia para que acepte el nuevo acuerdo, Israel ha cortado el abasto de alimentos, combustibles, medicinas y otros suministros a los aproximadamente dos millones de palestinos que viven en Gaza. También amenazó con «consecuencias adicionales» si Hamás no reanuda la liberación de rehenes.
Por el momento, no quedó claro si las conversaciones entre Estados Unidos y Hamás aportaron algún avance.
La administración Trump ha prometido su pleno apoyo a los principales objetivos de guerra de Israel, que son devolver a todos los rehenes y erradicar a Hamás, lo que puede ser incompatible con lo negociado a lo largo de muchos meses.
Según Mkhaimar Abusada, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Al-Azhar de Gaza, que se encuentra actualmente en Egipto —consultado por la AP—, las conversaciones directas entre Estados Unidos y Hamás podrían dificultar que Israel reanude la guerra.
En su opinión, «la actual administración estadounidense está tratando de evitar el regreso de la guerra en Gaza por todos los medios posibles».
Un plan para reconstruir a Gaza
Egipto anunció el jueves que organizará una conferencia internacional para recaudar fondos para el plan de reconstrucción de Gaza propuesto esta semana en la Cumbre Árabe de El Cairo. No se anunció la fecha.
La conferencia, en cooperación con las Naciones Unidas, intentará asegurar promesas de aportes financieros para un propósito de inversión de 53 000 millones de dólares en cinco años, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio, Tamim Khallaf.
Funcionarios egipcios y árabes también visitarán capitales clave, incluida Washington, para promover más detalles, dijo Khallaf, añadiendo que Egipto cree que es un «plan viable y realista» en interés de todos los socios.
Queda por ver si el showman Presidente de Estados Unidos, que solo entiende la política como una manera de hacer negocios, encuentra una fórmula que admita el derecho a la vida por delante de las ganancias.