Los diputados ya recibieron el aumento salarial sin cumplir lo ordenado por la CC; ¿es posible revertirlo?

Los diputados ignoraron la orden de la Corte de Constitucionalidad (CC) de aprobar el análisis que respalda el incremento salarial en el pleno del Congreso de la República y ya disfrutan de su nuevo salario que alcanza los GTQ 66 300 —GTQ 51 000—; los integrantes de la Junta Directiva podrían superar los GTQ 80 000 mensuales.

Por qué importa. Aunque la mayoría de los diputados pregona medidas de austeridad, no dudaron en recetarse un aumento salarial para equiparar su salario al de los magistrados de salas de apelaciones, a pesar de no cumplir —ni de cerca— con los mismos requisitos legales para ocupar dichos cargos.

• Los únicos congresistas que accionaron en la Corte de Constitucionalidad para frenar el incremento y la indemnización fueron José Chic y Jairo Flores, quienes sí lograron detener la indemnización.
• El resto de los parlamentarios guardó silencio, e incluso, se conoció que varios de ellos presionaron para que se agilizara el dictamen financiero que dio luz verde al incremento.
• El presidente del Congreso, Nery Ramos, aseguró el 24 de febrero que el tema aún debía ser analizado por la Junta Directiva, a pesar de que ya estaba aprobado, según el acta 10-2025 de fecha 4 de febrero, que circuló en redes sociales.

Datos clave. La CC explicó el 12 de febrero, por medio de un comunicado, que la Junta Directiva debía efectuar el análisis del presupuesto para determinar si la readecuación era viable, definir la proyección y el dictamen de disponibilidad presupuestaria correspondiente.

• Hizo énfasis [la CC] en que el análisis debía presentarse para su aprobación ante el pleno del Congreso, donde se esperaba que fuera aprobado al menos por 81 diputados. Sin embargo, esto no ocurrió.
• El 25 de febrero, la oenegé Acción Ciudadana —la que también había accionado contra el incremento— solicitó una debida ejecutoria de amparo para que se establezca si se cumplió con los pasos de ley.
• Queda esperar cuál será la respuesta del tribunal constitucional. Según algunas fuentes cercanas a los magistrados, al no otorgarse el amparo [provisional] no cabría una debida ejecutoria. Si esto se confirma, quedará poco por hacer.

Fisgón histórico. La última vez en que el Congreso había aprobado un aumento salarial fue en el 2000, cuando Efraín Ríos Montt ocupaba la presidencia de ese organismo.

• El 27 de noviembre de 2007, el entonces diputado Jorge Ortega, propuso una indemnización para los congresistas que no lograron la reelección, pero las críticas fueron tales que el decreto —aprobado— no fue publicado.
• En 2024, una iniciativa que permitía a diputados independientes ser bloques, también establecía un incremento, punto que fue eliminado durante el dictamen favorable debido a las críticas.
• Este año —25 años después del último incremento—, los diputados aprobaron uno nuevo, básicamente, duplicando el salario de GTQ 29 150.

En conclusión. Aunque 63 diputados votaron en contra del incremento, ahora que ya lo han recibido, parece que no les molesta tanto haber duplicado sus ingresos. No hay muestra alguna que quieran dar marcha atrás.

• Algunos —incluso— han ofrecido “hacer labor social”, pero pasan por alto que los congresistas de las próximas legislaturas seguirán recibiendo el incremento, lo donen o no.
• No solo eso, han olvidado decir que el presupuesto se disparará, ya que ahora los trabajadores, que antes no recibían el incremento del 10 % que establece el pacto colectivo por ganar lo mismo que un diputado, ahora tendrán un nuevo salario tope. Podrán alcanzar los GTQ 66 300.
• Aunque las críticas y la indignación son generalizadas, se han limitado a redes sociales. Parece que los indignados —que años atrás lideraban protestas— ahora parecen estar conformes con las decisiones de los nuevos “padres de la patria”.