La celebración más loca de Isco tras marcar al Real Madrid: beso en la boca en la grada a Sara Sálamo

El Benito Villamarín estalló en júbilo cuando Isco Alarcón transformó el penalti decisivo que puso al Real Betis con ventaja por 2-1 sobre el Real Madrid, en el encuentro de LaLiga. La tensión acumulada durante el partido se disipó en un instante, sustituida por una explosión de alegría que recorrió las gradas como una ola incontrolable. El Madrid, sin Bellingham ni Valverde, fue un equipo débil.

Isco, con la adrenalina disparada, no corrió hacia sus compañeros para celebrar. En un gesto que sorprendía por su carga emotiva, el centrocampista fijó la mirada en un punto concreto de la grada y se lanzó en esa dirección. Era donde estaban situados los fotógrafo.

.Isco no buscaba el contacto con la multitud ni una foto, sino con una figura concreta. Sin un atisbo de vacilación, tomó el rostro de Sara Sálamo entre sus manos y la besó con una pasión que desconcertó incluso a los comentaristas.

El instante, captado por decenas de cámaras, eclipsó cualquier otra imagen del partido.. El beso entre Isco y Sara se convirtió en el emblema de la noche, en un momento de felicidad para el jugador verdiblanco y para todos los aficionados. Isco disfrutó como nunca contra su ex equipo, mandó y marcó.

 

Finalmente, el jugador regresó al campo con una sonrisa inconfundible, mientras Sara quedaba de pie, aplaudiendo y gritando palabras de aliento.

Para muchos, la imagen representaba algo más que una celebración espontánea. Era el reflejo de la relación entre Isco y Sara, una pareja que había sorteado críticas y escrutinios, que había resistido el juicio mediático con la misma firmeza con la que el centrocampista manejaba el balón. No era solo una demostración de afecto, sino una declaración de principios. En una noche de emociones desbordadas, Isco había elegido celebrar con quien siempre ha estado a su lado.