«Me ardía la nariz y no podía respirar»: gases lacrimógenos y disparos en un torneo de tenis

Surrealista. Y tremendo para los protagonistas hasta que supieron lo que estaba ocurriendo. Así, el holandés Guy den Ouden y el ruso Ivan Denisov disputaban el partido de la primera ronda del Challenger de Brazzaville (Républica del Congo) cuando empezaron a escuchar disparos cercanos. Muy cercanos, justo al otro lado de la valla de la pista en la que jugaban. Alarmados, dejaron de jugar y abandonaron la cancha. Segundos después, como se observa en el vídeo, varias nubes de humo blanco comenzaron a sobrevolar la citada valla de separación con la calle. La alarma fue superior al peligro real debido a un habitual malentendido geográfico. La situación en la República del Congo (Brazzaville) es tranquila, pero en la vecina República Democrática del Congo se vive una cruenta guerra entre el Ejército del país y el grupo armado M23, apoyado y financiado por Ruanda. Afortunadamente, lo de Brazzaville fueron unas simples, y un tanto chapuceras, maniobras militares. «Hubo un intercambio de disparos entre soldados —explicó el tenista argelino Samir Hamza Reguig al medio francés '20 minutes'—. Al final, nada grave, los soldados estaban entrenándose y lanzaron gases lacrimógenos. Eso sí, cometieron un error y en lugar de usa gas de entrenamiento utilizaron gas real». Los jugadores que estaban en acción fueron evacuados rápidamente de las canchas, algunos quejándose de irritación y dificultades para respirar. Por ejemplo, el brasileño Paulo Saraiva: «Me ardía la nariz y me costaba respirar. No fue agradable, pero el personal del torneo hizo todo muy bien. Todos fuimos evacuados rápidamente a la sala de jugadores, donde permanecimos encerrados en un lugar seguro durante veinte minutos. Me quedé diez minutos más que los demás porque tenía dolor de cabeza». Pasado el susto, la jornada pudo reanudarse.