La íntima revolución de Gracie Abrams en Madrid
La artista estadounidense, que fue la última telonera del The Eras Tour de Taylor Swift, llena el Palacio Vistalegre en su primera fecha europea y deslumbra con su cercanía con el público, minimalismo escénico y un 'setlist' cargado de emoción, dejando claro por qué es una de las voces más cautivadoras de su generación
Hay algo casi hipnótico en la voz de Gracie Abrams, un susurro que envuelve a la multitud como un eco de emociones compartidas. Enfundada en un vestigo blanco, largo hasta los tobillos, aparece difuminada entre las suaves luces azules que iluminan el escenario del Palacio Vistalegre de Madrid, donde se han agotado las entradas para verla en directo. Son 8.500 fans los que esperan expectantes su actuación, muchos de ellos se han desplazado a la capital desde diferentes puntos del país. Miles de jovenes con lazos atados en el pelo van ocupando su lugar en el recinto, un adorno que llevan porque es un detalle que carecterizó a la cantante en sus primeros años de carrera. Mientras, termina la actuación de Dora Jar, la artista que arropa como telonera a Abrams antes del inicio del show. Suenan los primeros acordes. La estadounidense de 25 años toma el escenario con la misma intimidad con la que compone sus letras, como si cada palabra estuviera destinada a alguien en particular.
La capital es la primera parada europea de The Secret of Us, la gira que Abrams está llevando a cabo con motivo del lanzamiento de su último disco, que lleva el mismo nombre, y con la que ya ha recorrido varias ciudades de Estados Unidos. La conexión con el público español es inmediata, la cercanía es palpable, como si estuvieran viendo a una amiga de la que lo saben absolutamente todo. Cada canción emula una entrañable conversación con ella, con esa chica de melena corta y despeinada que dejó los estudios de relaciones internacionales en el primer año de universidad para perseguir su sueño.
“¡Gracie, te queremos!”, se lee en un cartel que sobresale entre el mar de faldas largas y vaporosas que inunda la pista del Vistalegre y que parece ser el outfit oficial de la gira. Aplausos, gritos y alguna que otra lágrima en la abarrotada grada del recinto. Dada la entrega de sus seguidores cuesta creer que esta artista nacida en Los Ángeles haya tenido que lanzar dos discos de estudio, algo más de 20 canciones, antes de lograr un gran éxito global con el tema That’s So True, que se coló en el Top 10 de Billboard y está incluido en su último trabajo.
A pesar de llevar la etiqueta de nepobaby por ser hija del director J.J. Abrams, realizador de varias películas de La guerra de las galaxias y Misión imposible, entre otras, y de la productora audiovisual Katie McGrath, a la cantautora le llega el reconocimiento mundial después de haber sido telonera del Sour Tour de Olivia Rodrigo en 2022 y de acompañar a su mentora Taylor Swift, con la que cerró The Eras Tour en Canadá el pasado diciembre. La varita mágica de Swift hizo su efecto con Sabrina Carpenter y ahora lo consigue también con Abrams. Su popularidad creció tanto en el último año que no dudó en sumarse para hacer campaña a favor de Kamala Harris y se animó a tocar sus temas más famosos en uno de los mítines finales del partido demócrata, antes de las elecciones de noviembre de 2024 que finalmente ganó el republicano Donald Trump.
Entre el pop y el indie avanza el estilo musical de este espectáculo que llega a su momento cumbre con I love you, I’m sorry, uno de los temas más conocidos de la cantante. Los fans corean el estribillo entregándose completamente a la magia del momento que tanto habían esperado. Acontinuación llegaría el instante más tierno, cuando Abrams interactuó con el público y Nadia, una admiradora, le regaló un álbum con fotografías y la cantante se deshizo en agradecimientos hacia ella.
Para sorpresa del público, en mitad del espectáculo, una cama emergió de en medio de la pista, la cama “donde escribió sus primeras canciones”, dice. Un elemento que ha incluido para vivir “un momento íntimo” con todos los allí presentes y aprovechó para tocar tres temas en acústico acompañada únicamente de un teclado, uno de ellos el conocido I miss you, I’m sorry. Aquí, Abrams recibió la ovación de la gente y, por supuesto, se emocionó.
El inicio de la melodía del ya mencionado sencillo That’s so true terminó por desatar la locura. Los ojos de la audiencia se iluminan y las bocas se preparan para enloquecer y cantar junto a Abrams el puente de esta canción que se ha convertido en un himno generacional, título que le otorgamos por ser tendencia en TikTok con más de 550.000 vídeos subidos por los usuarios de la red social. Casi al final del concierto, Abrams sorprende con una delicada versión de Us, su colaboración con Taylor Swift, que ha sido aclamada por la crítica y la ha llevado a una nominación al Grammy. La interpretación es tan emotiva que parece detener el tiempo.
La niña que empezó antes de los 10 años a tocar instrumentos como la batería o el piano, incluso el ukelele, ha crecido para convertirse en una artista que maneja el escenario con dulzura y naturalidad, pero también cierta timidez. Sin fuegos artificiales, cuatro músicos que la acompañan y una puesta en escena minimalista hace que su guitarra y su voz sean las protagonistas sobre las tablas. La cantante vuelve a demostrar por qué es una de las voces más cautivadoras de su generación al cerrar la noche con Close to You, otro de sus temas más populares que hace vibrar el pabellón con la voz de miles personas cantando al unísono.
Tras casi dos horas y con la última nota acompañada del ruido de un público rendido a su ídola, la fiesta de Gracie llega así a su fin. Por hoy. Este domingo 9 de febrero repite en la capital, con todas las entradas vendidas por segunda noche consecutiva. Después vendrán Berlín, París o Bruselas, entre otras grandes ciudades de este tour europeo que cerrará el 12 de marzo en Glasgow, Reino Unido. No tardaremos en volver a verla en España. En verano, Abrams arranca su gira de festivales y volverá a Madrid siendo cabeza de cartel del Mad Cool. También, visitará Barcelona con su actuación en el Festival Cruïlla.