La UCO ata el vínculo de Aldama, su socio y el «magnate del sexo»
Un piso en el exclusivo barrio de Chamberí, cerca de la Delegación del Gobierno en Madrid, es la sede que figura de una empresa que une a Claudio Rivas y a Emilio Carrillo. Los dos son personas del entorno de Víctor de Aldama. El primero era su socio en la «trama de los hidrocarburos», mientras que el segundo es considerado desde hace años el mayor proxeneta de España. Ambos adquirieron esta sociedad en la fecha en la que el expresidente del Zamora C. F. confesó haber organizado encuentros con «señoritas» para miembros del Gobierno.
Esta sociedad tiene el nombre de Sundance Management SL y se encuentra ubicada en el número 21 de la calle Miguel Ángel. La fecha de constitución de la misma es el 7 de octubre del 2010 y tuvo antaño otros propietarios, según los datos a los que ha tenido acceso LA RAZÓN.
Sin embargo, fue el 15 de octubre de 2021 cuando la empresa dio un cambio radical y Emilio Carrillo pasó a ser apoderado de la misma y Claudio Rivas, administrador único. Las últimas cuentas de la compañía detallaron un informe de ventas de medio millón de euros en 2020. En el objeto social de esta empresa figura la promoción inmobiliaria mediante la «adquisición explotación y enajenación, por cualquier título de bienes inmuebles rústicos y urbanos». También la «actividad de gestión y administración de valores representativos de los fondos propios de entidades no residentes en territorio español, mediante la correspondiente organización de medios materiales y personales».
Esta adquisición cobra más importancia si se tiene en cuenta que la fecha de la unión de Rivas y Carrillo coincide con los tiempos en los que Aldama confesó haber organizado citas con «señoritas» para los miembros del Gobierno. Unos encuentros que tendrá ahora que demostrar ante el juez, que le ha pedido fechas y pruebas de los mismos.
Emilio Carrillo fue entrevistado hace años por la actual columnista de LA RAZÓN Cristina López Schlinting, cuando ya era considerado el «magnate del sexo». Este empresario intentó hace dos décadas que saliera adelante la iniciativa de la Asociación Española de Locales de Alterne para regular el sector de la prostitución.
El de Carrillo es uno de los nombres que figura en el sumario de la trama de los Hidrocarburos. Este empresario y su socio Jesús Gregorio eran apodados por Rivas como los «macarras».
El magnate del sexo
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil alertó que sobre estos individuos había «inteligencia policial que les vincula al crimen organizado y les relaciona con presuntas organizaciones criminales dedicadas, entre otras cosas, a la comisión de delitos de extorsiones y amenazas, y blanqueo de capitales». «Evidentemente, tal y como se está constatando durante la investigación, también mantendría con ellos vínculos empresariales, aparte de los personales», afirmaba uno de los informes del Instituto Armado.
La relación de Rivas y Carrillo no se circunscribe solo a esta empresa. El socio de Aldama figura como socio único de la mercantil Bludger Combustibles SL desde el 27 de mayo de 2020 y como apoderados de la misma Jesús de Gregorio, desde el 16 de junio de 2020, y Carrillo desde el 1 de febrero de 2021.
El «magnate del sexo» y Gregorio son socios desde el 14 de febrero de 2006, cuando adquirieron un poder general sobre la mercantil Dreikanter SL. Esta pareja también realizó una compra de valores de Companies Intralegem SL acompañados por Claudio Rivas.
Asimismo, la UCO detectó en sus vigilancias encuentros de los tres en mayo de 2024 para «perfilar los posibles acuerdos alcanzados durante la reunión mantenida en Alcázar de San Juan, Ciudad Real». Una vez que Rivas se citó con estos hombres se desplazó a las oficinas de Aldama.
Un nuevo fraude de hidrocarburos
Los investigadores sospecharon que estos movimientos podrían obedecer a las fases previas de la creación de una «nueva estructura empresarial, mediante la cual la presunta organización criminal podría estar estableciendo una línea continuista con un nuevo entramado para seguir cometiendo fraudes contra la Hacienda Pública y el blanqueo de los beneficios ilícitamente obtenidos».
La Guardia Civil ahondó en esta teoría, donde también incluyó a una cuarta persona que es Manuel Salles. «Estas relaciones se incardinan en el núcleo que operaría, en unidad de acción, en el sector de los hidrocarburos, y que podrían, dado que la estructura fraudulenta ha sido evidenciada a través de las actuaciones inspectoras, estar diseñando una nueva, que les permitiría seguir realizando operativas asociadas al fraude de IVA y al blanqueo de capitales», aseguran en los informes.
Otros de los sujetos de interés que vigiló la UCO es el hijo del «magnate del sexo». El progenitor formó parte de las comidas en restaurante que se desarrollaron el pasado mes de mayo de 2024 entre Claudio Rivas y su padre.