Alfredo Estirado: «La Inteligencia Artificial es un paso adelante para la Defensa y la Seguridad»
En el horizonte de la defensa moderna, la inteligencia artificial se erige como un nuevo estratega, redefiniendo los límites de la seguridad y el control. En este escenario, Alfredo Estirado, experto en Defensa y miembro de TRC, navega entre algoritmos y tecnología de vanguardia para diseñar sistemas que protegen fronteras y neutralizan amenazas invisibles. Desde la vigilancia inteligente hasta los escudos antidrones, su trabajo perfila el futuro de un mundo donde la guerra y la paz dependen cada vez más de la precisión de una máquina.
¿Qué es TRC?
Es una empresa estratégica y tecnológica, cien por cien nacional, que está muy focalizada en desarrollar productos para el sector de la Defensa, de la seguridad nacional y también del sector sanitario. Estamos en sectores cruciales. La empresa la montamos mi hermano y yo hace 35 años y hemos tenido un crecimiento sostenido hasta que, en 2024, hemos alcanzado una cifra de venta superior a los cien millones y genera empleo para 310 personas. Desarrollar tecnología propia nos ha permitido captar talento y retenerlo.
¿Trabaja en diferentes sectores. El de Defensa es el del futuro?
La Defensa es el sector del futuro por muchas circunstancias y, básicamente, por dos motivos: el tipo de amenaza ha cambiado y las capacidades de nuestro Ejército y nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tienen que cambiar. Y, porque se ha demostrado que teníamos una dependencia grandísima de terceros países, que no se tiene claro si son o no aliados. Empezar a fomentar una industria de defensa soberana, que garantice suministro independientemente de las condiciones políticas en la que nos encontremos es crucial, no solo para España sino para el resto de países. Estamos ya desarrollando productos que están utilizando nuestros Ejércitos no solo en misiones nacionales sino internacionales y colaborando con la OTAN.
Un caso de éxito es el sistema antidron Cervus III, que las Fuerzas Armadas ya usan en misiones como Eslovaquia, y sigue evolucionando. ¿Cuénteme algo más sobre ello?
Vimos que todo el mundo estaba trabajando en la amenaza del gran dron y que creíamos que estaba controlado por los grandes sistemas de armas. Nosotros nos planteamos lo contrario, la amenaza del dron pequeño, que puede montar alguien en casa con un vídeo de YouTube. Empezamos a analizar lo mismo, pero desde otro punto de vista. Costó mucho tiempo. Apostaron por nuestra idea y hoy en día es una realidad muy novedosa por la forma en cómo funciona. Es para nosotros un caso de éxito y, sobre todo, para el Ministerio de Defensa. Se está utilizando y no es un arma sino que sirve para proteger nuestros despliegues, nuestros activos críticos y, en el mundo civil, se empieza también a emplear para entornos de masificación de personas. Es una aproximación de un problema desde otro punto de vista tecnológico. Lo más interesante, para mí, es que es cien por cien español y nos permite ser independientes de cualquier suministrador externo.
¿Qué otros programas tienen para el mundo militar en estos momentos?
Estamos desarrollando un programa de guerra electrónica, dándole un enfoque distinto. Trabajamos el proyecto CRVERUS y estamos ahora haciendo pruebas de campo. En la parte de Defensa no solo hemos desarrollado productos sino que damos servicios de ciberseguridad que no deja de ser otro Ejército más. Tenemos una especialización muy grande no solo con el Ministerio de Defensa sino también con Interior. La filosofía de la empresa es no subcontratar: nos queremos convertir en una empresa fiable. Garantizamos la prestación de un servicio de principio a fin; proporcionamos toda la cadena de suministro, en este caso el de servicios que son personas que están formadas, que tienen acreditación de ello y ponen una capa de valor. Prestamos un servicio muy fiable que se aplica desde en entidades locales, en la Policía Nacional y en otros entornos de seguridad nacional y también tenemos proyectos en el sector sanitario.
¿Para todos estos proyectos la Inteligencia Artificial es clave?
Sí, es necesaria. Muchos de los procesos, tal y como estaban concebidos antes, se basaban en la pericia del usuario. Se necesitaba un número ilimitado de personas formadas en las distintas tecnologías y tenían que estar sujeto a la capacidad del ser humano y a las horas en las que tenía que prestar atención. En muchos de los procesos, y en Airbus se demostró, se pueden automatizar con algoritmos y entrenamiento del sistema. Hay una parte que no se puede o no se debe, pero el 80% de los procesos de drones o ciberseguridad se pueden automatizar. Creo que la IA ha sido un paso adelante para la Defensa y la Seguridad.
¿Es más aliado o tiene riesgos?
Creo que todas las tecnologías son aliadas y dependería mucho del uso que hacemos de ellas. En ciberseguridad lo hemos visto: el malo tiene más recursos y más dinero que el bueno y la tecnología que emplean es la misma. No es tanto un riesgo, pero hay que intentar, y se está haciendo, legislar y controlar hasta qué punto queremos automatizar los procesos.
Otro de sus proyectos destacados en el ámbito de la seguridad es el de la frontera inteligente, ya integrado en Ceuta y Melilla. ¿Cómo funciona?
Basándonos en la IA. Lo que se ha hecho es agilizar el proceso en los pasos fronterizos y automatizar un porcentaje altísimo de las tareas que realizaban las personas que estaban gestionando el paso. Empleando sistemas de inteligencia de vídeo, de IA de análisis y algoritmos, etc. Se ha modernizado de tal forma que el proceso de paso de la aduana sea mucho más fácil, más segura y evite que esté sujeto solo a la pericia del guardia que está en la frontera. Además, permite captar información que luego sirve para garantizar la seguridad de todos. Con ello se eliminan tareas rutinarias con un índice de seguridad altísimo. Unas fronteras inteligentes equivalen a unas fronteras más seguras.