Por qué Rusia es el país más grande del mundo y su territorio abarca tanto Europa como Asia
Uno de los países con más historia de nuestro mundo es Rusia. Durante siglos, la Federación Rusa ha tenido siempre una gran importancia con respecto a su poder económico y político, tanto en la época zar o imperialista como posteriormente con la Unión Soviética, y también en la actualidad. Una de las principales potencias mundiales, asimismo, es el país más grande del mundo, gracias a su territorio que abarca tanto Europa como Asia, incluyendo regiones inhabitadas o partes de la Tierra como Siberia.
Y es que es un territorio que está en la región conocida como "Eurasia", extendiéndose desde Europa del Este y las actuales fronteras de Ucrania y Bielorrusia hasta el Océano Pacífico, coincidiendo con el fin del continente asiático. Así, la cordillera de los Montes Urales se considera la frontera natural entre los dos continentes, encontrándose el territorio ruso a ambos lados. Tres cuartas partes de su territorio pertenecen a Asia, pero la mayor parte de su población vive en la parte europea, donde se encuentran las ciudades más importantes como Moscú o San Petersburgo. A día de hoy, son más de diecisiete millones de kilómetros cuadrados los que componen su extensión.
La principal razón por la que Rusia es tan grande se debe a la época de expansión hacia el este de los grandes líderes rusos históricos, con la que se lograba llegar a Asia Central e incluso Siberia. Lugares en los que la resistencia era prácticamente nula y no tuvieron grandes problemas para anexar tales territorios les permitía aprovechar los recursos naturales de las tierras invadidas, tales como el petróleo, gas, oro y madera.
Por qué Rusia es el país más grande del mundo: cuándo comenzó su expansión para abarcar tanto Europa como Asia
Rusia tuvo su origen en el Rus de Kiev, en el siglo IX, y unos años más tarde, tras la invasión mongola, el principado de Moscú (que sería el primer estado eslavo oriental) comenzó a consolidar territorios. Así, sería bajo Iván IV "el Terrible", allá por el siglo XVI, cuando comenzó su exploración y posterior expansión hacia el este.
A finales del siglo XVI, el explorador Yermak Timoféyevich inició la conquista de Siberia; en el siglo XVII, Rusia alcanzó el Pacífico y estableció fuertes y rutas comerciales; Pedro el Grande consolidó en el siglo XVIII a Rusia como una potencia europea y fundó San Petersburgo y Catalina la Grande continuó su expansión, anexando Crimea y otros territorios en Asia Central, y en el siglo XIX, se establecieron asentamientos en Alaska, aunque acabaría siendo vendida a Estados Unidos.
Rusia también ha podido establecer diferentes provincias de ultramar. Más allá de Alaska, también estaba Fuerte Ross, en manos rusas hasta 1844. Otros lugares como la Somalia rusa (actual Yibuti), las Islas Jónicas, Cattaro (ciudad montenegrina en la actualidad) o Lüshunkou (ciudad china conocida en Occidente con el nombre de Port Arthur) son otros ejemplos.
Según los documentos históricos, los rusos también buscaban protección contra invasores que pudieran entrar por el este, de tal manera que algún enemigo que quisiera entrar en Moscú (y en general, en el país), debía atravesar enormes distancias y climas extremos (como le pasó a Napoleón en 1812 o a Hitler en 1941). Así, el dominio de grandes regiones le permitió a Rusia tener influencia tanto en Europa como en Asia.
A finales del siglo XIX y principios del XX, algunos territorios del antiguo imperio ruso lograron independizarse, como Polonia o Finlandia. La aparición de la URSS, o Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas permitió que muchos estados independizados "volvieran" a ser rusos o nuevas repúblicas aparecieran, hasta la disolución de la Unión Soviética en 1991, que permitió la aparición de quince países independientes de Rusia.