Las renovables sufren en bolsa por la apuesta fósil de Trump 2.0

Las empresas de energías renovables van a tener que adaptarse a tiempos turbulentos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya redoblado su apuesta por las energías fósiles, de las que EE UU tiene enormes reservas.

De hecho, la gran mayoría de ellas ya ha notado el impacto en sus cuentas del último trimestre del año pasado, como el caso del gigante danés Orsted, que antes de que la Administración Trump 2.0 firmara la primera cascada de órdenes ejecutivas ya se había anotado pérdidas de 1.700 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2024 por los desafíos que afronta ahora el desarrollo de la eólica marina en EE UU. Los títulos de Orsted se desploman un 16,5% en la apertura de su negociación en la bolsa de Copenhague, que forma parte del Nasdaq Nordic.

Aunque gigantes renovables como Iberdrola, con fuerte presencia en EE UU a través de su filial Avangrid, de la que ha tomado el 100% del control, no solo no sufren sino que han registrado un revalorización del 12,5% en sus títulos en los últimos seis meses. Desde las elecciones del 6 de noviembre, las acciones de Iberdrola apenas han sufrido variación. Cerraron a 13,11 euros el día después de la victoria de Trump y hoy cotizan a 13,18 euros.

Cierto que llegaron a alcanzar los 14 euros a mediados de octubre pasado, pero desde que las acciones cayeran por debajo de los 13 euros el 20 de diciembre han logrado mantenerse por encima de ese nivel de máximos.

Por su parte, firmas renovables como Acciona, Acciona Energía o Solaria, registran hoy importantes caídas. A las 9:30 horas, Acciona Energía lidera las pérdidas del IBEX 35 al caer el 2,77%, seguido de Acciona, el 2,66 %; y Solaria, el 2,32%. Endesa cede el 0,62 %, y Enagás, el 0,16%.

Fuera del IBEX, Grenergy se deja el 3,05%; Cox, empresa que opera en los sectores del agua y la energía, el 3,01%, mientras que, por el contrario, Audax Renovables sube el 0,13 %;

Trump ha puesto en marcha decretos de emergencia para aumentar la producción nacional de energías fósiles que ponen freno a las políticas contra el cambio climático.

Asimismo, ha derogado leyes medioambientales, y anunció que EE UU se retira del Acuerdo de París.