El braille cumple 200 años: del punzón a la tecnología
Cada 4 de enero se conmemora el Día Mundial del Braille y, además, este año, se celebra el 200 aniversario de la invención de este sistema de lectoescritura por parte de Louis Braille en 1825, que es tan importante para millones de personas invidentes en todo el mundo. Son seis puntos que, con 64 combinaciones, se usan para componer letras y números, escribir en cualquier idioma, leer partituras o anotar partidas de ajedrez.
El braille ha sabido adaptarse y evolucionar, en apenas dos siglos, a un mayor ritmo que la escritura tal y como la conocemos. Desde su invención en 1825, este sistema ha sabido amoldarse y permitir que las personas ciegas pudieran acceder a la lectura y la escritura en igualdad de condiciones.
«Para las personas ciegas el braille supuso un antes y un después, se derribaron un montón de barreras», destaca Marina Rojas, jefa de la Unidad de Braille de la ONCE y de la Comisión Braille Española, una especie de RAE que vela para que este sistema de lectoescritura no deje de avanzar, dentro de un razonado orden.
Actualmente, el braille está presente en cualquier aspecto de la vida diaria de una persona ciega: en medicamentos y alimentos, en sus desplazamientos diarios, en su forma de acceder al ocio y la cultura, hasta en su trabajo, gracias a las líneas braille, lectores de pantalla o almacenamientos digitales.
«A lo largo de estos años se ha desarrollado un método premiado internacionalmente para el sistema braille para los más pequeños, Braitico, y se ha creado otro método para adultos Ponte a Punto. Además, en estos años se ha creado un nuevo editor de textos braille, Ebrai, que se ha convertido en uno de los mejores del mundo, en constante evolución y al que se puede acceder de forma gratuita desde cualquier parte del planeta, favoreciendo el acceso al braille para personas ciegas de otros lugares del mundo», cuenta Carmen Bayarri, directora del Servicio Bibliográfico de la ONCE.
Con motivo de la celebración de su segundo centenario se han preparado varias actividades. «Comenzamos con nuestra participación en el Congreso que organiza el Consejo Iberoamericano del Braille en Oporto, lanzaremos la segunda edición del concurso Braille Nova, esperamos que se apruebe el Real Decreto del Etiquetado Braille en los productos de consumo y que, por fin, consigamos que este código de lectoescritura sea reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad», finalizada Marina Rojas.
La ONCE garantiza el aprendizaje del braille desde temprana edad a través de su modelo personalizado de atención educativa, que va ligado a la alfabetización, como el resto de los escolares. Además, se ofrece este aprendizaje a personas que pierden la vista a cualquier edad utilizando diferentes metodologías y de una manera personalizada al nivel funcional que necesite cada usuario.
Comisión Braille Española
La ONCE creó en 1984 la Comisión Braille Española (CBE), el órgano que ostenta la máxima autoridad en España para la fijación de normas de uso y desarrollo del sistema braille de lectoescritura, así como la simbología en relieve y color aplicable a láminas o cualquier producto. Desde la CBE, una especie de Real Academia Española (RAE) del braille, se asesora a distintas empresas y organizaciones sobre cómo incluir este sistema en sus productos y servicios.
Durante 2024 se han realizado más de 400 asesoramientos sobre braille, especialmente para temáticas relativas con alimentación, bebidas, productos farmacológicos, juegos o señalética de edificios. También se ha asesorado a la Administración para garantizar el voto accesible con el “kit braille” para las personas ciegas en las elecciones generales y autonómicas.