Trump amenaza con hacer pleito a Panamá para apropiarse del canal

El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo este fin de semana que, en su administración, podría hacer movidas para apropiarse ilegalmente del Canal de Panamá, desatando un conflicto diplomático con el país centroamericano sin siquiera haber tomado posesión de la Casa Blanca.

Durante un mitin con fanáticos y seguidores, Trump insinuó que su nuevo gobierno podría buscar recuperar el control del canal, que Estados Unidos entregó en 1999. Argumentó que las tarifas actuales que se cobran a los barcos son “ridículas” y criticó la decisión de ceder el canal a Panamá como un acto “tonto”.

La sugerencia de Trump fue rechazada de inmediato por el presidente panameño, José Raúl Mulino. El mandatario panameño califica la propuesta de Trump como una ofensa a la soberanía nacional. Este rechazo subraya la relación dinámica entre ambos países, donde Panamá se ha consolidado como un aliado estratégico de Estados Unidos.

Detalles sobre el Canal y el contexto histórico

Trump mencionó que Estados Unidos construyó el canal en los inicios del siglo XX, un esfuerzo que facilitó el tránsito de barcos. La transferencia en 1999, resultado de un tratado firmado por el presidente Jimmy Carter, supuso un momento crucial en las relaciones bilaterales. La administración estadounidense ha expresado su descontento con las tarifas crecientes que enfrentan los barcos, lo que se ha convertido en un reto para los operadores que utilizan la vía interoceánica.

El canal ha experimentado dificultades en su funcionamiento debido a sequías en 2023, que redujeron significativamente el tránsito de buques. Las tarifas aumentaron para compensar la disminución en los espacios diarios disponibles para las embarcaciones. Aunque el tráfico ha vuelto a la normalidad, se espera que haya un incremento adicional en los cargos en 2025.

En sus comentarios, Trump hizo referencia a lo que percibe como un robo en el manejo actual del canal, afirmando: “Nos están estafando en el Canal de Panamá”.

Reacciones de rechazo desde Panamá

A pesar de la controversia, el presidente Mulino, considerado un populista conservador, se mantiene alineado con su país, subrayando que el canal y sus áreas adyacentes son propiedad de Panamá. “Cada metro cuadrado del Canal de Panamá y su zona adyacente, es de Panamá y lo seguirá siendo”, fue su respuesta ante las declaraciones de Trump.

Mulino también mencionó que las tarifas de los barcos son establecidas por expertos que consideran los costos de operación y las condiciones del mercado. La ampliación y mejora del canal han sido decisiones estratégicas del gobierno panameño, que busca el crecimiento de su tráfico marítimo.

Trump continuó defendiendo su postura a través de las redes sociales, reafirmando su intención de recuperar el canal si no se respetan “los principios de este gesto magnánimo de dar”. Esto generó un efecto inmediato en el diálogo entre los dos países, donde las posturas se han polarizado.

Las declaraciones de Trump y su enfoque en el electorado

El enfoque de Trump en el canal forma parte de un recorrido más amplio donde intenta conectar con su base electoral, buscando unidad entre sus partidarios. Durante el evento, Trump enfatizó que “queremos tratar de unir a todos” y sugirió que eventualmente los demócratas se unirían a sus filas, reflejando su estrategia de atraer a un espectro mayor de votantes.

Por otro lado, Trump también destacó su relación con el multimillonario australiano Anthony Pratt, quien se comprometió a financiar campañas a través de sus donaciones, reforzando el apoyo financiero para su futuro mandato. Este tipo de vínculos son cruciales para la movilización de recursos en su campaña.

Finalmente, la presentación de Trump en la reunión de Turning Point reafirmó la influencia creciente del grupo en el movimiento conservador. Este eje entre el liderazgo local y la figura de Trump parece garantizar un enfoque consolidado en los próximos ciclos electorales, lo que podría tener repercusiones significativas en la política estadounidense y su relación con países aliados, como Panamá.

¿Sería legal que Trump ordene apropiarse del Canal de Panamá?

La transferencia del control del Canal de Panamá a Panamá se formalizó mediante el Tratado Torrijos-Carter de 1977, el cual estipuló que el control del canal pasaría a Panamá el 31 de diciembre de 1999. Este tratado es un acuerdo internacional, y cualquier intento de apropiarse del canal volvería a ser una violación de este tratado, lo que podría resultar en un conflicto diplomático significativo.

Cualquier intento de Estados Unidos de reclamar o reapropiarse del canal sería visto como una violación de la soberanía panameña. Esto podría generar un rechazo rotundo del gobierno panameño y de la comunidad internacional, aumentando las tensiones diplomáticas y potencialmente llevando a Panamá a buscar acciones legales contra Estados Unidos por agresión o intervención indebida.

La reanudación del control estadounidense sobre el canal podría provocar reacciones adversas de otros países, especialmente aquellos en América Latina, que han sido históricamente sensibles a las intervenciones de Estados Unidos en la región. También se podría generar un conflicto con otras naciones que dependen del canal para el tránsito marítimo, afectando las relaciones comerciales.

Dado que una ocupación efectiva del canal podría ser interpretada como una acción militar involuntaria, las implicaciones en el ámbito del Derecho Internacional Humanitario y el Derecho de Guerra serían relevantes. La comunidad internacional podría considerar este acto como una declaración de guerra, lo que provocaría una crisis internacional.

Organismos internacionales como las Naciones Unidas pueden interceder o emitir resoluciones condenatorias contra Estados Unidos por intentar apropiarse del Canal de Panamá. Esto podría llevar a sanciones, tanto económicas como políticas, dirigidas a Estados Unidos, afectando su posición en la comunidad internacional.