Desabastecimiento de la medicación para el TDAH: «Sin su tratamiento, mi hijo va a la deriva»
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El desabastecimiento de medicamentos para el manejo del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad , más conocido por sus siglas TDAH, sigue afectando a miles de niños y adolescentes en nuestro país. Son menores que, sin el tratamiento prescrito por su neurólogo o psiquiatra, van «a la deriva», describe una madre afectada. Esta mujer relata cómo cada mes, desde mediados de este año, se ve obligada a visitar más de tres farmacias, «alguna incluso fuera de la provincia de Madrid, o de mendigar por distintos grupos de WhatsApp antes de encontrar la dosis que mi hijo necesita para afrontar con cierta normalidad el día a día. Cuando llega del colegio a la parada del autobús, es imposible de contener , y mucho menos de sentarse a estudiar de nuevo». Pero, recalca el psiquiatra Hilario Blasco, autor de 'Jaque Mate al TDAH' y director médico de Emooti, es importante recordar a la sociedad que «no se trata de niños movidos. Se trata de que, en ocasiones, si no toman su medicación tienen accidentes e, incluso, más riesgo de muerte ». El TDAH, recuerda la neuropediatra Rocío Calvo, «requiere un manejo constante. Interrumpir el tratamiento puede dificultar la continuidad de las intervenciones educativas y terapéuticas diseñadas para ayudar al niño a desarrollar habilidades adaptativas. Sin la medicación, muchos de estos pacientes pueden tener problemas para mantener el rendimiento escolar y social, reapareciendo o agravándose los síntomas ya presentes en el paciente y en muchos casos controlados desde hace tiempo». Perder la medicación habitual, insiste Calvo, «puede ser un desafío importante para el manejo del TDAH en niños, exacerbando los síntomas y las dificultades asociadas. Por ello, se recomienda un monitoreo cercano y ajustes temporales por parte de los especialistas que puedan mitigar estos efectos mientras se encuentra una solución al problema de suministro». En esta tesitura, la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) ha aconsejado a las familias con hijos con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad que les brinden apoyo y les supervisen durante el estudio ahora que se acerca la época de exámenes y persiste el desabastecimiento de metilfenidato, especialmente en su presentación OROS que permite cobertura de 12 horas, el principal fármaco empleado para tratar esta afección. La presidenta de la SENEP, Rocío Sánchez-Carpintero Abad, ha explicado a Ep que el metilfenidato ayuda a los menores a sostener sus rutinas, evitar distracciones, controlar su impulsividad y mantener un buen rendimiento académico, entre otros aspectos, por lo que resulta clave para que los niños puedan concentrarse en sus estudios, sobre todo de cara a la época de exámenes en la que muchos están inmersos en la actualidad. «Muchos niños con TDAH si no toman su medicación no pueden controlar sus síntomas, y no son capaces de avanzar en sus estudios, aparte de que les puede interferir en su relación con la familia o incluso con otros menores; impactando todo ello en su autoestima», ha advertido Sánchez-Carpintero. Frente al desabastecimiento de metilfenidato que está afectando a numerosas familias en su día a día, la presidenta de la SENEP ha recordado que, pese a que la terapia farmacológica es una de las principales vías de tratamiento para el TDAH, también son importantes el apoyo escolar y familiar, y la terapia cognitivo-conductual . Asimismo, ha recomendado a las familias que ayuden a sus hijos a seguir una serie de pautas de estudio, como son convertirlo en un hábito diario que evite dejar todo el temario para el final y dedicarse a ello en un ambiente tranquilo y en una mesa despejada y colocada frente a la pared, de forma que no haya ruidos ni distracciones cerca que puedan despistar. Además, ha sugerido que haya una persona que supervise el estudio del menor y le fije pequeños objetivos, como pueden ser establecer intervalos de estudio durante 25 minutos y descasar otros cinco. Para facilitar la organización también puede servir el uso de una agenda en la que el estudiante tenga apuntados sus deberes, así como ayudarle a revisar su mochila cada noche para asegurar que lleva todo lo necesario al colegio. En último lugar, Sánchez-Carpintero ha instado a los padres a intentar tener más paciencia de la que se tiene habitualmente , evitando en lo posible gritarles y asegurándose de que los niños les escuchan cuando les hablan, transmitiéndoles mensajes claros y breves. A su vez, deben comunicar a sus respectivos profesores que el menor no está su medicación habitual para que lo tengan en cuenta.