¿Cuál es el país de América Latina con la mayor percepción de corrupción y en qué posición se encuentra Perú, según Transparencia Internacional?
La corrupción es uno de los flagelos más grandes que padece el Perú y el mundo. Este problema tiene un impacto equivalente a más del 5% del PIB mundial y ocasiona una pérdida de hasta el 25% del gasto público o, en otras palabras, unos US$13 billones destinados a obras públicas que terminan en unas cuantas manos, según cifras del Consejo Económico y Social de la ONU. El panorama en América Latina no es alentador, esta región es una de las zonas con mayores niveles de este mal.
Según Naciones Unidas, cada año se destina un billón de dólares a sobornos y se estima que se roban entre US$2.6 billones anuales por corrupción.
El país de América Latina con la mayor percepción de corrupción
En el último informe del Índice de Percepción de Corrupción (IPC) 2023, desarrollado por Transparencia Internacional para entender cómo este mal afecta a las naciones de todo el mundo, la media regional de América Latina se posicionó en 43, en una escala en la que cero es muy corrupto y 100 es muy baja corrupción. De acuerdo con la información de este estudio, que evaluó a 180 países, Venezuela se posicionó como la nación con la mayor percepción de este problema en la región, con un indicador de 13.
El país sudamericano se encuentra con niveles parecidos a los de países como Sudán del Sur y Yemen, que actualmente enfrentan conflictos armados. Luego del país liderado por Nicolás Maduro figuran los territorios de Haití (17), Nicaragua (17), Honduras (23) y Guatemala (23).
El documento de Transparencia Internacional señala que "en América Latina y el Caribe, la falta de independencia y transparencia del poder judicial promueve la corrupción y la indebida influencia de élites políticas y económicas".
¿En qué posición se encuentra Perú dentro de los países más corruptos de Latinoamérica?
Perú, aunque no está en los niveles de Venezuela, enfrenta una percepción alta de corrupción, al obtener un puntaje más cercano al “muy corrupto” que al “muy baja corrupción”. En el índice de Transparencia Internacional, se posiciona en un nivel por debajo del intermedio dentro de América Latina, con un indicador de 33, posicionando al territorio como la décima nación con mayor percepción de la corrupción de América Latina y la número 121 del ranking mundial de 180 países. La lista de los países más corruptos de la región es la siguiente:
- Jamaica (44)
- Colombia (40)
- Guyana (40)
- Surinam (40)
- Argentina (37)
- Brasil (36)
- República Dominicana (35)
- Panamá (35)
- Ecuador (34)
- Perú (33)
- México (31)
- El Salvador (31)
- Bolivia (29)
- Paraguay (28)
- Guatemala (23)
- Honduras (23)
- Haití (17)
- Nicaragua (17)
¿Cuál es el país menos corrupto de América Latina?
Aunque territorios como Brasil, Argentina, Colombia y Perú no lograron posicionarse en la mitad entre la escala que separa los países corruptos de los con muy poca corrupción, hubo otras naciones que lograron superarlas e incluso algunas alcanzaron niveles cercanos al óptimo 100, como Uruguay y Chile.
- Uruguay (73)
- Barbados (69)
- Chile (66)
- Bahamas (64)
- San Vicente y las Granadinas (60)
- Dominica (56)
- Costa Rica (55)
- Santa Lucía (55)
- Granada (53)
¿Cuáles son los países menos corruptos del mundo?
En cuanto a los países con menores índices de corrupción, lideran Dinamarca (90), Finlandia (87), Nueva Zelanda (85), Noruega (84), Singapur (83), Suecia (82), Suiza (82), Países Bajos (79), Alemania (78) y Luxemburgo (78). En Sudamérica, Uruguay (73) y Chile (66) sobresalen como los mejores posicionados, según el Índice de Transparencia Internacional 2023.
¿Cuál es el impacto que tiene la corrupción en América Latina?
La corrupción tiene consecuencias devastadoras para América Latina, limitando el crecimiento económico, aumentando la pobreza y erosionando la credibilidad de las instituciones. Según Transparencia Internacional, en países como México, Brasil y Honduras muchas veces se destituyen jueces y fiscales por parte de otras ramas del Estado, a través de procesos poco claros, socavando la independencia del poder judicial.
"Esto fomenta la injusticia y un sistema en el que la ley se aplica según los intereses del gobierno y la élite gobernante. Garantiza la impunidad para los corruptos y obstaculiza la recuperación de los bienes robados", indicó.
Asimismo, este problema genera retrasos en el desarrollo de las obras públicas que representan un 30% del gasto público en la mayoría de territorios de América Latina, según indicó para el portal Bloomberg Línea Mónica Siles, directora de la Oficina Andina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS).