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Декабрь
2024

Un animal congelado hace más de 44.000 años fue hallado vivo y en perfecto estado cerca de América

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Un hallazgo impresionante en Siberia ha permitido a los científicos estudiar un lobo del Pleistoceno, que permaneció congelado durante más de 44.000 años. Este descubrimiento, realizado por residentes locales en la región de Yakutia, ha sorprendido a la comunidad científica, ya que el lobo se encuentra en un estado de conservación excepcional. El descubrimiento de un lobo del Pleistoceno en Siberia, a Academia de Ciencias de la República de Sajá, abre nuevas oportunidades para avanzar en biomedicina, paleontología y genética.

Su excelente estado de conservación podría revolucionar el estudio de los ecosistemas prehistóricos, ofreciendo valiosa información sobre la fauna de la Era de Hielo. Este descubrimiento marca un avance significativo en la ciencia, abriendo nuevas oportunidades para explorar la historia biológica de la Tierra y sus ecosistemas, los cuales, hasta ahora, han permanecido en gran parte ocultos bajo el hielo.

Científicos del Museo del Mamut declararon el primer hallazgo de un depredador adulto completo. Foto: National Geographic.

El lobo del Pleistoceno fue encontrado a 40 metros bajo el permafrost, lo que ha sido calificado como uno de los descubrimientos más significativos en paleontología en años recientes. Albert Protopopov, investigador principal, destacó que “el lobo estaba casi intacto, como si el tiempo se hubiera detenido para él”. Este ejemplar es el único lobo pleistoceno adulto completo hallado hasta la fecha, lo que lo convierte en un tesoro invaluable para la ciencia.

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Un vistazo al interior del lobo

El análisis del interior del lobo ha proporcionado información fascinante sobre su vida y entorno. Durante la autopsia, realizada por expertos del Museo del Mamut y la Universidad Europea de San Petersburgo, se recolectaron muestras de órganos internos y contenido gastrointestinal.

Antes de ser analizado en el Museo del Mamut, el lobo fue encontrado en la República de Sajá. Foto: LaPatilla.com.

Los científicos descubrieron que el estómago del lobo se había mantenido libre de contaminantes externos, lo que permite un estudio puro de la biota del Pleistoceno.

Microorganismos antiguos y su potencial en biomedicina

Uno de los aspectos más emocionantes del descubrimiento es la posibilidad de encontrar microorganismos antiguos en el interior del lobo. Investigaciones previas han demostrado que bacterias vivas pueden sobrevivir en fósiles del Pleistoceno, lo que sugiere que estos microorganismos podrían tener aplicaciones prácticas en la medicina moderna.

Jean-Michel Claverie, un investigador que revivió un virus de 48.000 años, subrayó que “si los microorganismos de este lobo han sobrevivido, podrían proporcionar pistas sobre nuevas formas de combatir enfermedades modernas”.

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El papel del permafrost en la conservación

El permafrost ha sido crucial para la conservación de especies de la Edad del Hielo, actuando como una “nevera temporal” que mantiene organismos en un estado casi intacto durante milenios. Este descubrimiento resalta la importancia del permafrost como archivo natural del pasado.

Gracias a las condiciones extremas de frío, los cadáveres de algunas especies pueden mantenerse intactos durante siglos. Foto: El discreto encanto de viajar.

A medida que el clima global cambia y el permafrost comienza a derretirse, los científicos se apresuran a estudiar estos restos antes de que se pierdan para siempre.

Implicaciones para el futuro

Los hallazgos de este lobo prehistórico no solo enriquecen nuestro conocimiento sobre el pasado de la Tierra, sino que también pueden tener implicaciones significativas para nuestro futuro. La investigación sobre estos restos puede ofrecer información valiosa sobre la evolución de los cánidos y cómo se adaptaron a los cambios climáticos, lo que podría ser crucial en un mundo que enfrenta desafíos ambientales similares.