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Декабрь
2024

Muere la mujer que "resucitó" en el tanatorio de Palma

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Una mujer de 92 años que fue dada erróneamente por muerta en el Hospital Joan March de Bunyola falleció finalmente en la madrugada del domingo 8 de diciembre en el mismo centro sanitario, según confirmaron fuentes hospitalarias.

El pasado viernes 6 de diciembre, un médico del hospital certificó su defunción, y el cuerpo fue trasladado al tanatorio de Palma. Sin embargo, mientras los trabajadores de la funeraria preparaban el supuesto cadáver, advirtieron que la mujer aún movía los dedos. De inmediato, alertaron a los servicios sanitarios, quienes confirmaron que la mujer tenía constantes vitales. Ante este inesperado hallazgo, fue trasladada de nuevo al hospital, donde ingresó en estado muy débil en la unidad de cuidados paliativos.

Desde el centro hospitalario señalaron que este caso es "excepcional", siendo el primero de su tipo en los 80 años de historia del hospital, y que el facultativo que certificó su muerte había seguido los protocolos establecidos. Tras este insólito incidente, la dirección del hospital ha anunciado cambios en sus procedimientos para emitir certificados de defunción, incorporando nuevas pruebas médicas con el objetivo de evitar situaciones similares en el futuro.

¿Cómo pueden llegar a producirse situaciones como esta?

Aunque rara, la catalepsia ha sido relacionada con errores en la certificación de defunciones, ya que la disminución de las funciones corporales puede llevar a interpretaciones equivocadas. La catalepsia es una condición médica poco frecuente que se caracteriza por una pérdida temporal de la movilidad voluntaria y una disminución extrema de las funciones corporales, como la respiración y la frecuencia cardíaca. En este estado, la persona afectada puede parecer inconsciente o incluso muerta, aunque sigue viva. Es un fenómeno que suele estar asociado con ciertos trastornos neurológicos, psiquiátricos o con el uso de medicamentos específicos.

Entre las principales características de la catalepsia se encuentran la rigidez muscular, que hace que el cuerpo permanezca inmóvil durante largos periodos, y la reducción de las funciones corporales, como un pulso y respiración muy débiles que pueden dificultar la detección de signos vitales. En algunos casos, la persona puede estar consciente de lo que sucede a su alrededor, aunque incapaz de moverse o comunicarse. La duración de la catalepsia varía según el caso, pudiendo extenderse desde minutos hasta días.

Las causas de esta condición incluyen trastornos neurológicos como epilepsia o Parkinson, trastornos psiquiátricos asociados con catatonía en la esquizofrenia, o el consumo de ciertos medicamentos o drogas. También puede desencadenarse por trastornos metabólicos, como la hipoglucemia severa, o por situaciones de estrés extremo y trauma psicológico.

El diagnóstico de la catalepsia puede ser complicado, ya que sus síntomas se asemejan a otros estados de inconsciencia. Los médicos suelen basarse en la historia clínica del paciente, análisis neurológicos y la monitorización constante de los signos vitales. El tratamiento depende de la causa subyacente y puede incluir medicamentos, terapias psicológicas o medidas de estabilización médica.