Israel se blinda ante la futura Siria con la toma de los Altos del Golán
A lo largo de todo el sábado se fue sabiendo que muchos reservistas israelíes estaban siendo llamados a la frontera con Siria al tiempo que la portavocía del ejército comunicaba que, de acuerdo a una evaluación de la situación, “las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) habían decidido reforzar las tropas con fines de defensa en toda la región de los Altos del Golán”, fronteriza con Siria.
En la mañana del domingo, hubo informaciones de un ataque israelí a una fábrica de armas químicas en Siria, por la tarde, algunas bases aréreas fueron atacadas y también un centro de inteligencia que se cree era usado por la organziación chiita libanesa proiraní Hizbulá.
En los días previos a este blitz sirio, en el que en diez días los opositores islamistas al regimen lo tomaron por sorpresa y expulsaron al dirigente que gobernaba Siria en los últimos 24 años, ejército y políticos israelíes repetían que su papel era el de observadores de los acontecimientos en Siria, pero como observadores preparados para actuar ante cualquier eventualidad que pusiera en peligro a Israel.
Este domingo, la decisión israelí frente a los rápidos acontecimientos en el país vecino, fue tomar el lado sirio del Monte Hermón, dentro de la zona de amortiguamiento pactada en 1974, y un poco más allá también. En principio, solo mientras se desarrollan los acontecimientos, y para evitar que los opositores islamistas, llamados “rebeldes” en Israel, lo ocupen.
Mérito israelí
En una visita a los Altos del Golán, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se atribuyó el mérito de haber iniciado la cadena de acontecimientos que llevaron a la caída del gobierno de Bashar al Asad en Siria.
“Este es un día histórico en la historia de Oriente Medio”, dijo durante una visita al Monte Bental, en la frontera de Israel con Siria. “El régimen de Asad es un eslabón central en el eje del mal de Irán: este régimen ha caído”.
El mandatario israelí argumentó que lo sucedido es un “resultado directo de los golpes que hemos infligido a Irán y Hizbulá, los principales partidarios del régimen de Asad”, haciendo referencia a los 14 meses de combate contra Irán, Hamás, Hizbulá y otros aliados iraníes desde el 7 de octubre del año pasado.
Netanyahu señaló que esto creó “una reacción en cadena en todo Oriente Medio de todos aquellos que quieren liberarse de este régimen opresivo y tiránico”.
Pero también advirtió que, junto con nuevas oportunidades, la huida de Asad de Siria también conlleva riesgos.
Recordó que la frontera sirio israelí ha estado supervisada en los últimos casi 50 años por una zona de amortiguamiento acordada en 1974, el Acuerdo de Separación de Fuerzas. “Este acuerdo ha fracasado, los soldados sirios han abandonado sus posiciones”, dijo, y, como consecuencia, él ordenó, junto a su ministro de Defensa, Israel Katz, que las tropas la tomaran, “para que ninguna fuerza hostil se instale en la frontera”.
Netanyahu hizo referencia a la política de “buena vecindad” que Israel aplicó en el apogeo de la guerra civil siria, y aseguró que su país pondrá en práctica una política similar de ofrecer ayuda humanitaria a los civiles sirios, evitando al mismo tiempo participar activamente en los conflictos internos. “Cientos de niños sirios nacieron aquí en Israel”, afirmó. Durante la guerra civil siria los hospitales de las comunidades del norte israelí recibieron a cientos de heridos sirios y muchas mujeres, efectivamente, dieron a luz en ellos.
Netanyahu subrayó, además, que Israel tiende una mano pacífica a los drusos, kurdos, cristianos y musulmanes en Siria.
Horas antes dos parlamentarios israelíes pidieron al gobierno que aproveche para tomar el control de los Altos del Golán sirios, por completo. "Israel debe recuperar su control sobre la cumbre del Monte Hermón y establecer una nueva zona de defensa basada en la línea de alto el fuego de 1974", escribió en la red social X el ministro de Asuntos de la Diáspora, Amichai Chikli, del partido Likud.
Por su parte, el legislador Tzvi Succot, del partido Sionismo Religioso, escribió que "Israel debe establecer una zona de seguridad a la luz del nuevo régimen yihadista en Siria, que debería incluir los Altos del Golán sirios y un territorio significativo cerca de la frontera".
Succot agregó que "el costo político y militar" de tal medida "es probablemente menor que nunca", mientras que la ventaja de seguridad que traerá consigo "es inmensa".
Y lo que por la mañana eran unas voces, pocas, del gobierno más radical de la historia del país, se convirtió en hechos consumados por la tarde.
La incertidumbre siria
Y mientras Irán y Rusia no han enviado fuerzas para ayudar al régimen sirio, los acontecimientos acelerados ya han dictado una nueva realidad, en la que las fuerzas rebeldes controlan Damasco y el presidente Asad ha huido y el país parece haber comenzado un proceso de compartimentación por distritos autónomos o incluso independientes controlados por milicias rivales y bandas locales.
Aunque Bashar al Asad era visto como alguien que convirtió a Siria en "otra provincia iraní" pero, al tiempo, se cuidaba de no formar activa del “Anillo de fuego” pro iraní contra Israel.
Es más, según recuerda el analista Zvi Bar’el, Asad bloqueó ataques de las fuerzas iraníes de Al-Quds contra Israel desde territorio sirio y en muchísimas ocasiones ignoró los ataques de Israel dirigidos contra objetivos iraníes y convoyes de armas e instalaciones de Hizbulá en Siria.
Israel está a la expectativa de ver si la guerra en Siria reduce la posición de Irán allí, o incluso elimina sus fuerzas y las de Hizbulá, y si la discontinuidad geográfica entre Hezbolá y sus fuentes logísticas militares tendrá un impacto en su capacidad de recuperarse militarmente.