San Vicente de la Sonsierra: Un Rincón Medieval en el Corazón de La Rioja
San Vicente de la Sonsierra, ubicado entre viñedos y resguardado por la imponente sierra de Cantabria, es un sitio que parece haber sido extraído de una pintura. Este encantador poblado riojano, ubicado en un lugar inusual al otro lado del río Ebro, en la orilla alavesa, invita a adentrarse en su abundancia histórica, cultural y enológica.
Un paisaje de ensueño
Suele ser inolvidable el primer vistazo a San Vicente de la Sonsierra. Traspasar el moderno puente que cruza el Ebro proporciona una imagen emblemática: la localidad se eleva en un contrapicado asombroso, con su castillo y muros medievales dominando el horizonte. La sierra de Cantabria, a sus espaldas, funciona como un guardián natural, mientras los viñedos, que parecen extenderse hasta el infinito, completan la postal ideal.
El contraste entre el puente contemporáneo y el antiguo puente medieval que lo envuelve representa la esencia de San Vicente: un sitio donde la historia y la tradición se fusionan de manera armoniosa con lo actual.
Un paseo por la historia
San Vicente de la Sonsierra se presenta como el lugar perfecto para los entusiastas de la historia y la arquitectura de la Edad Media. El núcleo del pueblo es su edificación amurallada, accesible desde la Plaza Mayor, un lugar acogedor donde residentes y turistas se congregan para apreciar el entorno riojano.
Subir al castillo es una vivencia que ningún turista debería pasar por alto. Desde ese lugar, se pueden apreciar vistas panorámicas que cubren los viñedos aledaños, el flujo del Ebro y las comunidades vecinas. Además, las murallas y los vestigios de torres defensivas relatan relatos de guerras pasadas y la importancia estratégica de esta localidad durante la Edad Media.
Otro lugar de interés es la iglesia de Santa María la Mayor, edificada entre los siglos XVI y XVII. Su majestuosa edificación y elementos góticos posteriores evidencian la relevancia religiosa y cultural de San Vicente en la zona.
La joya románica
La ermita de Santa María de la Piscina, situada a escasos kilómetros de San Vicente de la Sonsierra, es una de las mayores joyas del arte románico en La Rioja. Esta diminuta iglesia, edificada en el siglo XII, representa un elegante ejemplo del románico rural.
Su ambiente, circundado por campos y con vista a los montes próximos, proporciona un aire de tranquilidad y espiritualidad al sitio. Adicionalmente, al lado de la ermita se halla una necrópolis medieval con sepulturas excavadas en la piedra, un registro arqueológico que posibilita la recreación de la vida de los residentes de la región hace siglos.
El vino, alma de San Vicente
En San Vicente de la Sonsierra, la vida está fuertemente vinculada al vino. Este pueblo forma parte de la reconocida Denominación de Origen Calificada Rioja, y gran cantidad de los vinos más destacados de la zona provienen de aquí.
El turista puede gozar de un verdadero encuentro cultural y culinario en las múltiples bodegas y bares de vinos de la localidad. Desde modestas bodegas de familia hasta proyectos más amplios y reconocidos, cada esquina brinda una oportunidad para probar tintos extraordinarios y conocer el procedimiento de producción.