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El Everest, la montaña más grande del mundo, estaría destruyendo la corteza terrestre desde dentro, según científicos

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Investigaciones recientes sugieren que, además de elevarse a una velocidad de un centímetro al año, el Everest y otras montañas de la región estarían destruyendo la corteza terrestre a medida que se forman. Este proceso geológico aumenta la altitud de la región y afecta la estructura interna del planeta. Un reciente estudio —realizado por un equipo internacional de científicos y publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters (EPSL)— ha confirmado que la colisión de placas tectónicas que da lugar a la elevación del Himalaya está vinculada a una significativa pérdida de corteza continental.

El Himalaya, hogar del Everest, la montaña más alta del planeta, sigue siendo objeto de estudios científicos que revelan detalles sorprendentes sobre su formación. Este fenómeno también explica el crecimiento continuo de la meseta tibetana y las montañas circundantes, además de impactar directamente en la geografía del planeta.

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El Everest y otras montañas están destruyendo la corteza terrestre

El proceso que está ocurriendo bajo el Everest se llama subducción, un fenómeno tectónico donde una placa terrestre se desliza debajo de otra. En el caso del Himalaya, la placa Indio se desliza bajo la placa Euroasiática y crea una presión que provoca la formación de montañas. Sin embargo, este choque no solo genera picos más altos, sino que también da lugar a la destrucción de la corteza terrestre. El estudio estima que al menos el 30% de la corteza involucrada en la colisión se pierde en el manto durante este proceso.

Esta pérdida de corteza es considerablemente mayor que la erosión superficial, que se estimaba como el principal factor responsable de la disminución de la corteza. “Imagina una pieza de madera flotante con una capa de hierro unida debajo. Si la capa de hierro se suelta, la madera ascenderá hacia la superficie”, explica Ziyi Zhu, coautora de la investigación. Esta analogía ayuda a entender cómo el material más denso de la corteza continental se desplaza hacia el manto, mientras que el material más ligero se eleva, formando montañas como el Everest.

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¿Cómo afecta este proceso a la elevación del Himalaya?

La pérdida de corteza tiene un impacto directo en la elevación de las montañas. En el caso del Himalaya y la meseta tibetana, la delaminación de la corteza inferior contribuye a un ascenso rápido de la región, estimado en aproximadamente 2 kilómetros de aumento. Este proceso de delaminación ocurre cuando las raíces densas de la corteza se desprenden y caen hacia el manto terrestre, lo cual libera espacio para que las capas superiores se eleven.

Esta delaminación es una de las causas principales detrás del rápido crecimiento del Himalaya, que sigue en constante ascenso. Según los científicos, esta fase de rápido ascenso estuvo acompañada por un aumento de la actividad magmática en el sur de Lhasa, en la región tibetana. Además, este fenómeno geológico está relacionado con el fortalecimiento de los monzones en el sur de Asia, ya que la elevación de la cordillera altera los patrones climáticos regionales.

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La corteza destruida por el Everest podría afectar la composición del manto terrestre

Otro hallazgo clave de la investigación es que la corteza destruida en los procesos de subducción y delaminación puede alterar la composición del manto terrestre. A medida que la corteza continental se derrite y se incorpora al manto, puede modificar la heterogeneidad de los componentes del manto, lo que a su vez afecta la dinámica interna de la Tierra. El estudio sugiere que estos cambios en el manto podrían tener implicaciones más amplias, no solo para la formación de montañas como el Everest, sino también para la evolución de los cinturones montañosos antiguos y la distribución de elementos traza en la corteza terrestre.