Remontada de oro en El Alcoraz
Un guión totalmente inesperado, pero dificilmente mejor. Eso guardaba la fría noche del sábado en El Alcoraz, que recibía a la SD Eibar. Remontada, más de 1.000 días después, y final agónico, con Dani Jiménez parando un penalti en el descuento. Pero a temperaturas bajo cero, nada mejor que una victoria.
Y eso que poco contribuyó a contrarrestar el ambiente de la gélida noche oscense la rapidez del Eibar en encontrar la ventaja. Entre la lluvia, que por momentos se tornaba nieve, y el viento que hacía en El Alcoraz, Corpas robaba y la ponía en el corazón del área, dejándosela a Pascual para hacer el primero. En el minuto 9 de partido los oscenses tenían que rearmarse, pese a que habían sido ellos los primeros en asomarse al área rival, con una buena internada de Gerard que remataba Soko por encima del larguero.
Con la ventaja en el marcador, se crecía el Eibar, que parecía más cómodo sobre el césped de El Alcoraz. No obstante, los azulgranas no perdían la cara, y tenían opciones para igualar a través de Sergi Enrich, que por poco convertía en el empate el balón que le ponía Gerard Valentín al área. El paso de los minutos fue mejorando las estadísticas azulgranas, que acumularon llegadas de peligro a través de su banda derecha, hasta encontrar, al final, el premio del gol. Fue en la cabeza de Patrick Soko, al que le dio suerte su nuevo peinado, rematando a la red el centro de Ignasi Vilarrasa, para llegar al descanso con el 1-1 en el marcador. De hecho, pudo ser total la remontada, de nuevo en los pies de Soko, pero esta vez su remate no encontró portería.
Una gran intervención del guardameta del Eibar impidió que la SD Huesca se adelantara justo tras la reanudación, en un contra perfectamente ejecutada, en la que Soko se fue por velocidad, y se la puso a Javi Hernández en el área, que tras un gran control, buscó portería. Pero Magunagoitia tiró de reflejos en lo que parecía ya un pase a la red. Y volvía a ser Javi Hernández el que rozaba el segundo, ya en el minuto 63. Esta vez, robaba un balón al interceptar la salida del Eibar, y tras recortar y acomodarse perfectamente el disparo, se le iba a centímetros del poste.
Movía entonces el banquillo Hidalgo, con la salida de Joaquín y Unzueta, por Soko y Sergi Enrich. Y fue precisamente una caída de Joaquín en el área, la que provocaba el penalti que se traducía en el segundo gol. Sielva no perdonaba desde los once metros y consumaba la remontada.
Intentaba reaccionar el Eibar ya en el tramo final, cumpliéndose el 83, con una acción de múltiples remates en la que los oscenses se defendían con uñas y dientes. Y había tiempo para un último giro de guión, cuando, ya en el descuento, el árbitro señalaba penalti en un agarrón en el área. Pero Dani Jiménez se ponía la capa de superhéroe, y aguantaba la posición para detener el penalti que Corpas lanzaba al centro. No había tiempo para más que la explosión de alegría de un Alcoraz que volvía a cantar victoria.