Los límites del poder
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Los llamamientos retóricos a la reforma de la Constitución son desde hace tiempo una especie de tradición decembrina , como la de las luces navideñas o la más reciente de las procesiones extraordinarias en Sevilla. Por fortuna, los padres constituyentes sabían lo que hacían cuando echaron al texto el triple candado de la mayoría agravada para evitar el manoseo partidista. Era justo eso lo que Fernando Abril y Alfonso Guerra tenían en la cabeza cuando cerraron el pacto destinado a impedir la repetición del error republicano: que ningún bando pudiera meter mano a la Carta Magna sin la conformidad del adversario. El acuerdo como valor esencial y requisito clave para cualquier cambio de las bases del marco democrático. No resulta... Ver Más