La bodega más pequeña de toda España está en Málaga y solo abre los fines de semana
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En un montañoso pueblo de la Serranía de Ronda se encuentra, rodeada de montañas, unas vistas espectaculares y pequeñas casas blancas, la bodega más pequeña de España. De hecho, mide tan solo 28 metros . Pero en este pintoresco templo del vino que está construido en un antiguo garaje se puede vivir, sin duda, una experiencia única en la que sumergirse en los aromas y sabores inolvidables de un vino elaborado con mucho esmero. Se trata de Bodega 28 metros cuadrados , ubicada en el pequeño pueblo malagueño de Benalauría, en el Valle del Genal. El negocio, que llevan José Verdugo y sus socios, abrió en el año 2019. Como consecuencia de la pandemia de la covid-19 tuvieron que detener la actividad casi dos años pero ahora están a pleno rendimiento. De hecho están sacando una producción de unas 4.000 botellas, el máximo que pueden elaborar. Las instalaciones están adheridas a la llamada Ruta del Vino de Ronda y de Málaga , un itinerario certificado por la Asociación española de ciudades del vino (Acevin), que inicialmente nació en la ciudad del Tajo y que se está ampliando al resto de la provincia. La Bodega 28 metros cuadrados forma parte de este proyecto, que atrae cada vez a más enoturistas por su singularidad. Según explica José Verdugo tienen una línea de vinos elaborados con uva moscatel de Alejandría . Se trata de un vino seco y afrutado que crean con uvas que compran a un viticultor de Manilva que tienen un «muy buena uva» ecológica, ya que por ahora ellos no tienen sus propios viñedos. Pero también están realizando algunas pruebas con variedades locales que se encuentran en barrica. De hecho, el año pasado le compraron la vid a un viticultor local y ahora están haciendo vino rosado pero que aún no está en el mercado. Como detalla Verdugo, su vida dio un salto de 170 kilómetros. Él nació en la localidad gaditana de San Fernando pero llegó a Benalauría hace más de veinte años para realizar prácticas profesionales. Y allí se quedó. En aquel momento, apenas situaba geográficamente este pueblo de 480 habitantes. Pero ahora tiene una empresa de turismo y regenta esta bodega en la que se embarcó con un grupo de amigos cuyo lema es «todo el mundo cabe» en un claro guiño al reducidísimo tamaño del local. Precisamente, recuerda que el nombre les surgió casi por accidente. «Cuando estábamos buscando un nombre que nos identificara como una bodega pequeña y joven , alguien resaltó precisamente que era pequeña. Preguntó cuánto medía, la medimos, y al decirlo en voz alta pensamos que sonaba bien», ha comentado. Y es que es tan pequeña que Verdugo afirma, para no pillarse los dedos, que posiblemente la suya es la bodega más pequeña del mundo «hasta que nadie demuestre lo contrario». «Hace no mucho en Almería han abierto otra pequeña, pero mide 30 metros cuadrados, con lo cual, ya es más grande», ha subrayado entre risas. Preguntado por el origen de la bodega , ha explicado que surgió charlando al ver que a su grupo de amigos les encanta el vino y que él tenía esa antigua cochera disponible. Aunque para realizar las labores que comprende la elaboración de esta bebida utilizan otros espacios, el vino se hace en esta antigua cochera. La otra pata de la bodega es la ruta gastronómica y cultural que ofrece él mismo por el pueblo. «Hay dos proyectos que confluyen, la Bodega 28 metros cuadrados y la iniciativa personal sobre las rutas por el pueblo. Es una ruta gastronómica articulada en tres ejes fundamentales: vid, cereales y olivares. Es decir, vino, pan y aceite», ha contado José Verdugo. Como ha detallado, en el pueblo disponen, además de un entorno precioso al ser un pueblo con casas blancas encaladas en mitad de la Serranía de Ronda, con un molino de 1775 y una panadería que hace pan desde 1982. En la ruta recorren algunos de los lugares más emblemáticos del municipio y él les cuenta a los visitantes y turistas las tradiciones y costumbres del pueblo. «Nuestra idea también es meterlos en la cotidianeidad de la gente, cómo viven. Si hay una casa abierta y alguien está cocinando nos metemos», ha relatado. Según ha añadido, después de pasear por el pueblo, terminan la ruta comiendo platos elaborados por él mismo en la pequeña calle en la que se encuentra la bodega, detrás del Ayuntamiento. Como recuerda, el espacio es muy reducido, por lo que no caben más de 8 o 10 personas. Para hacer la ruta y la degustación gastronómica ligada a productos de temporada hay que llamar por teléfono para encontrar la fecha más apropiada. Además, al no ser un restaurante ni un bar, no tienen menú , por lo que Verdugo les pide que se dejen llevar. Les pregunta, eso sí, qué alimentos no les gusta o cuáles no pueden que no les gusta o no toman por alergias o intolerancias. «En cada copa de nuestros vinos encontrarás el aroma único del terruño de Benalauría. Nuestras uvas son cultivadas con pasión y respeto por la tierra que nos inspira. ¿Te animas a probarlo?», expresa en la página web. «¿Qué hace que nuestros tintos sean tan especiales? El secreto está en el roble. Déjate seducir por los matices de vainilla y especias que aporta a cada botella. ¡Descubre el arte del envejecimiento!», concluye.