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Декабрь
2024

¿Es cierto que cerrar las persianas ayuda a reducir la factura de la calefacción? Esta es la respuesta

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Entrar en el mes de diciembre significa, inevitablemente, empezar a encender la calefacción. A finales de esta semana el termómetro baja de forma generalizada en nuestro país, por lo que muchos españoles se verán obligados a poner la calefacción para mantener una temperatura agradable en su hogar. Sin embargo, aunque la mayoría de expertos recomiendan mantener el termostato entre 18 y 20 grados, es fácil que el calor se escape y acabe por encarecer significativamente la factura, pues cada grado de más supone un incremento de aproximadamente el 7% en el consumo, avisan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

La clave para no gastar de más no está en gastar menos calefacción, basta con tener la casa bien acondicionada para afrontar la temporada de bajas temperaturas que empieza. Para conseguirlo se recomienda poner burletes de plástico en puertas y ventanas para restringir la entrada de aire y, por tanto, mantener el calor, además de utilizar cortinas de color oscuro que absorban la radiación solar para ayudar a subir la temperatura sin necesidad de tocar el termostato.

También es importante conocer el estado de nuestros radiadores antes de encenderlos por primera vez después del verano. Tras la temporada estival lo normal es que, si tenemos radiadores de agua, purguemos el aire, tarea que hay que hacer siempre con la calefacción apagada y el radiador frío.

El error puede estar en las persianas

Las grandes fugas de calor suelen darse al abrir puertas o ventanas, por ejemplo al ventilar las habitaciones por la mañana, un hábito que debería ser más bien corto (con 10 minutos es más que suficiente). Al cerrarlas, lo más conveniente es dejar las persianas subidas mientras el sol de en nuestra fachada para aprovechar el calor que proporciona, recomiendan desde la OCU.

Sin embargo, hay que cerrarlas en cuanto anochezca, tanto persianas como cortinas, para preservar el calor conseguido tanto de la calefacción como del sol y reducir el frío que pudiera filtrarse durante las horas más frías. Para atajar las pérdidas de calor lo mejor es tener ventanas de doble cristal con marco de PVC, así como unas persianas con algún aislante térmico que pueda retener el calor, como el aluminio que, gracias al relleno de sus lamas con espuma aislante de poliuretano, protegen tanto del frío como del ruido.