La «Cumbre antiaborto» irrita a la izquierda
Ll Senado acogió ayer la VI Cumbre Transatlántica contra el aborto, un evento organizado por Network for Values (Red Política por los Valores), una agrupación internacional que reúne a unos 200 políticos de ideología conservadora, bajo el lema «Por la libertad y la cultura de la vida». El acto fue aprobado el pasado 17 de julio en la Mesa del Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, aunque también está representado el PSOE. Según fuentes de este último partido recogidas por Europa Press, «ese punto no estaba en el orden del día, ni se debatió ni se votó», por lo que negaron que sus senadores votasen a favor. De hecho, el grupo socialista en la Cámara Alta registró una moción el 19 de noviembre, junto a otros partidos como BNG, ERC, EH Bildu, Izquierda Confederal y PNV, instando a la Mesa del Senado «a retirar la autorización para la celebración de la cumbre», ya que «su ideario es incompatible con la legislación vigente y promueve la exclusión y la regresión de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y la libertad para decidir plenamente sobre su cuerpo».
La polémica estaba servida. La cumbre comenzó con las palabras del presidente de Honor de Network for Values España, el exministro Jaime Mayor Oreja, quien llamó a no tener «ningún temor» por defender el derecho a la vida. «Nosotros no tenemos que tener ningún temor. Estamos ganando, a pesar de que la moda dominante siga rabiosa y enfadada con nosotros», afirmó desde la tribuna del antiguo Salón de Plenos de la Cámara Alta, mientras, a las puertas del Senado, se agolpaban numerosos manifestantes a favor del derecho al aborto
Durante su intervención, Mayor Oreja comparó el derecho al aborto con la esclavitud, que, según él, «fue también durante siglos una moda dominante, especialmente en los países anglosajones». «Nosotros estamos señalando el corazón del debate del mundo occidental, por tanto no debe sorprendernos que además de llamarnos fundamentalistas nos llamen ultras simplemente por defender el derecho a la vida, simplemente por defender un concepto de la persona basado en la antropología cristiana», dijo en declaraciones recogidas por Ep.
Cabe recordar que la Red Política por los Valores se define en su página web como «una coalición transatlántica de líderes políticos comprometidos con la defensa de los derechos humanos, especialmente los referidos a la protección de la vida, la familia y las libertades fundamentales». Su objetivo con estas cumbres es generar «un espacio para reunirse e intercambiar ideas y experiencias políticas». Y así ocurrió ayer. El fundador del ultraderechista Partido Republicano chileno, José Antonio Kast, puntualizó que «quienes nos han intentado cancelar hoy, quienes nos caricaturizan en la prensa, quienes desparraman el odio a través de las redes sociales en nuestra contra, son aquellos que nos temen, y nos temen porque nos saben irreductibles. Saben que somos valientes y que nunca vamos a claudicar en la defensa de estos valores. Ellos tienen claro que seguiremos adelante, aquí en España, en Hungría, en Colombia, en Chile, en cualquiera de los países que ustedes representan, porque esta red ha ido creciendo, y seguirá creciendo».
Al acto también acudió el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, quien a las puertas del Senado reivindicó «la cultura de la vida, frente a la cultura de la muerte». Aprovechó para criticar a la «banda criminal liderada por Sánchez» por impulsar políticas como la eutanasia y el aborto. «Como no podía ser de otra manera, Vox está donde debería estar en el día de hoy, que es en el Congreso donde se defiende la libertad y donde se defiende la vida, frente a un Gobierno al que le incomoda que hoy se haga una exaltación de la libertad de pensamiento», señaló.
Mientras los oradores continuaban con sus intervenciones en el interior del Senado, fuera, en la calle de la Encarnación, un grupo de unas veinte feministas protestaban con carteles en alto contra «los fascistas» que quieren prohibir el derecho al aborto. Marta, una de las participantes en la concentración, denunció ante Ep que nadie había hecho «nada» por impedir que la cumbre se celebrase en la Cámara Alta, «cuando además el aborto es legal en España». Además, subrayó que existen medidas que deben garantizar el derecho al aborto y «no apoyar este tipo de actos y mucho menos acogerlos en una institución pública como el Senado».
Los políticos de izquierda también alzaron la voz. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, calificó de «intolerable» que el Senado sea «un parque temático de la extrema derecha frente a los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres», mientras que la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, sentenció que «la sociedad española ha dicho alto y claro que las mujeres somos libres, que hacemos con nuestro cuerpo lo que queremos».