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Ноябрь
2024

Dos caras del Viernes Negro: entre el avenidazo y la comodidad del ‘mall’

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Bajo una de las últimas lluvias de noviembre, a Katia Torres, quien lleva más de 30 años vendiendo lotería en la avenida central de San José, no le inmuta el Viernes Negro, pese a ser una de las fechas más fructíferas para el comercio. En cambio, la nostalgia se dibuja en su rostro al recordar los días del avenidazo, tradición que marcaba el inicio de la temporada navideña josefina.

Esta festividad en el centro de la capital ofrecía conciertos y presentaciones artísticas, y los asistentes solían esparcir confeti, una práctica prohibida por razones sanitarias. “Nada como el avenidazo, era lo mejor que podía haber. Ahora solo es comercio y nada más. Antes era más sano. Caminar por la avenida central, tirar confeti, que yo mismo vendía, además del güiri güiri. Ahora las cosas han cambiado demasiado", comenta.

A pesar de la actividad comercial que acompaña el Viernes Negro, Katia, de 48 años, muestra escepticismo sobre los resultados que este evento pueda traer. La venta de lotería navideña, asegura, ha sido baja, y el exceso de tiendas parece diluir el impacto que los comerciantes esperan.

Comercios sacan provecho al Viernes Negro sin los tumultos del pasado

La avenida central, combina el sonido de la música callejera, los altoparlantes de las tiendas y el bullicio de los transeúntes. Sin embargo, no todos participan de la dinámica comercial. Familias migrantes venezolanas, como la de Suyen Figueroa, intentan ganar algo de dinero para sobrevivir. Ella viaja sola con sus cuatro hijos pequeños, vende dulces para pagar el alquiler de un cuarto en Barrio México mientras planea continuar su travesía hacia Estados Unidos en marzo.

El comercio tradicional de la avenida central

Tres tiendas icónicas del centro de San José tienen diferentes matices sobre el Viernes Negro. Tiendas Universal, con 98 años de historia, ha notado un cambio en la dinámica comercial desde la pandemia. Según Esteban Devoto, director de Operaciones, la reducción de trabajadores en oficinas cercanas ha disminuido el flujo de clientes. “El que compra ahora aquí es el que transita por acá y que se mueve en bus, su poder adquisitivo es menor, eso ha cambiado el concepto de la avenida central", explica.

Por su parte, Scaglietti, especializada en ropa formal y con 136 años en el mercado, enfrenta un panorama desafiante. Esteban Quesada, quien lleva 61 años en la tienda, asegura que la saturación de outlets y tiendas de descuento ha impactado sus ventas. No obstante, mantiene una postura optimista: “Hemos aguantado 136 años y vamos a seguir".

La Gloria, fundada en 1902, reporta resultados positivos. Luis Roberto Crespo, gerente de la tienda, destaca que los descuentos del 20% han superado las expectativas, atrayendo una mayor afluencia de clientes. “Aunque hay más competencia, seguimos firmes después de 122 años", afirma.

Centros comerciales: una experiencia distinta

A unos seis kilómetros de la avenida central, Lincoln Plaza, ubicado en Moravia, representa la evolución de ese comercio tradicional. Con más de 190 tiendas, áreas de entretenimiento y restaurantes, ofrece una experiencia bajo techo que atrae a familias en busca de comodidad y seguridad.

María Elena Araya, de 76 años, valora poder hacer compras sin preocupaciones. “Aquí pasa uno bonito el rato. Podemos comer, ver las tiendas, y no hay temor de que nos asalten", comenta mientras elige regalos junto a su hija Eveling Granados.

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Wady Salgado, quien visitaba el centro comercial con sus hijos, comparte una opinión similar. “En el centro de San José es complicado. El parqueo y las rutas de buses no son tan seguras", afirma. En tiendas como Pandora, los descuentos de hasta el 70% han generado filas de clientes ansiosos por aprovechar las ofertas.

La decoración en la que destaca un gigantesco árbol navideño, muchos servicios y productos bajo el mismo techo y villancillos como música ambiental, marcan la diferencia del bullicio de la avenida central, en donde música de cada establecimiento se confundía con los pregones de las promociones y las centenares de voces que caminan a paso raudo por las 12 cuadras en el centro de la capital.