Cuando la legalidad tapa la verdad, hay que rebelarse
Quienes desde la derecha, centro, o izquierda se consideren demócratas, deben coincidir en que el mayor peligro para esa democracia y por tanto para nuestra libertad hoy en día son las mentiras, manipulaciones, bulos, o lo que algunos bienintencionados denominan “fake news”, quizás para que al ponerlo en ingles adquiera una menor relevancia.
A menudo la búsqueda de esa verdad choca frontalmente con la legalidad vigente, abriendo un debate ético e ideológico sobre cual de ellas adquiere mayor relevancia.
¿Es más importante que prevalezca la verdad incluso frente a la legalidad? O por el contrario defendemos que incluso se infrinja esta última con tal de que salga a la luz la primera.
Antes de responder a esa pregunta podría señalar que durante el franquismo, la legalidad vigente señalaba que yo era un peligroso delincuente al que se podía y debía perseguir, detener, e incluso torturar y apenas unos años después esa misma legalidad cambió y me transformó en una persona respetable digna de alabar por ese mismo pasado anti franquista.
Una legalidad impedía ver la verdad y debía ser infringida y la otra justo lo contrario.
Viene este preámbulo a cuenta de lo que está ocurriendo con el caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid y de su brazo derecho Miguel Ángel Rodríguez.
Un delincuente confeso defraudador fiscal pendiente de juicio y otro reprobable ciudadano adorador del bulo, la mentira y la manipulación, que se permitió el lujo de lanzar un tuit mintiendo al señalar que la fiscalía le había ofrecido al anterior un pacto, cuando la verdad era que fue justo al contrario, reconocido incluso por su abogado defensor.
Si desde esta, la fiscalía, no se hubiera filtrado ese tuit aclarando que era mentira, toda la sociedad se habría visto engañada y emponzoñada, teniendo por tanto una visión deformada de la realidad.
Aquí voy a señalar mi opinión a costa de que me caigan chuzos de punta.
Aplaudo con entusiasmo esa filtración, que incluso se infrinja la legalidad para poder saber la verdad y evitar que los manipuladores manejen la información que recibimos.
Hablando claro, que para mi esa verdad está muy por encima de la legalidad y apuesto por romperla con tal de saber todo realmente.
Esos presuntos delincuentes que envenenan nuestra democracia con sus mentiras son los que realmente la ponen en peligro y debemos utilizar todas las armas para evitarlo, aunque algunas choquen contra la legalidad.
Ahora nos encontramos el mundo al revés, IDA, su pareja, viviendo a cuerpo de rey en un piso comprado con supuestamente dinero ilegal, su brazo derecho MAR mentiroso compulsivo limpio de polvo y paja y aquellos que les han desenmascarado, desde el fiscal del estado a Lobato, investigados, pendientes de juicio y apaleados en la plaza pública, teniendo que dimitir de sus puestos sólo por haber hecho un bien común.
Me rebelo ante tamaña injusticia y lo proclamo a los cuatro vientos y animo a todos los demócratas sean de derechas, centro, o izquierdas a hacerlo para evitar el deterioro de nuestra democracia que la ponen en peligro.
Veremos……
Fdo.: José Luis Úriz Iglesias (Ex parlamentario y concejal de PSN-PSOE)
Villava-Atarrabia, 28 noviembre 2024