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Ноябрь
2024

Mayorías y consultas

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Pareciera que con las elecciones de 2024, la costumbre obradorista de poner a consulta ciudadana temas de decisión importantes quedó atrás.

La mayoría de Morena en el Poder Legislativo probablemente haya convertido ese hábito consultivo en un recurso innecesario.

Quizás en otro momento, la reforma judicial, o la desaparición de los órganos autónomos, hubiera sido tema para consultar a la ciudadanía como iniciativa gubernamental.

“¿Quiere usted eliminar o no los órganos autónomos?”, podría rezar la pregunta de una consulta, acaso acompañada por un texto introductorio haciendo referencia a su creación durante los gobiernos del PAN o del PRI, o a su alto costo para el erario, para el pueblo.

Eso no quiere decir que la opinión pública, el sentir ciudadano, haya dejado de ser importante, pero pareciera que las consultas como mecanismo no sólo de decisión sino de legitimación, han pasado a un segundo plano.

La reciente encuesta de El Financiero sobre qué opina la ciudadanía respecto a la eliminación de los órganos autónomos es muy ilustrativa respecto a qué pudo haber sucedido.

Según el sondeo, realizado en el mes de noviembre, 44 por ciento de las personas entrevistadas cree que lo mejor para el país es “tener órganos autónomos que vigilen lo que hace el gobierno”, mientras que para 42 por ciento, lo mejor es “eliminar dichos órganos autónomos y usar los recursos en otras cosas”.

Opinión dividida, aunque no necesariamente polarizada.

Por polarizada me refiero a que, dadas las diferencias partidarias que hemos observado en otras temáticas, incluida la reforma judicial, uno esperaría ver a morenistas de un lado, a oposicionistas del otro y a apartidistas mostrando una mayor división.

Pero, de acuerdo con la encuesta, las diferencias por orientación partidista no son tan claras en este asunto. El tema no parece haberse partidizado lo suficiente, a pesar de toda su controversia.

Tanto morenistas, como panistas y priistas, se encuentran de ambos lados de la pregunta en proporciones similares.

Además, otra pregunta de la encuesta revela que la gran mayoría de ciudadanos y ciudadanas, independientemente de su partido preferido, cree que “es necesario obligar al gobierno a dar información”. Así lo opina 68 por ciento de las personas, frente a 21 por ciento que opina que con “la información que da el gobierno a la ciudadanía es suficiente”.

En esta pregunta, la división partidaria es un poco más marcada, pero incluso las y los morenistas se inclinan mayoritariamente por la postura de que al gobierno se le debe obligar a dar información, con 56 por ciento.

Ese punto de vista de obligar al gobierno a dar información alcanza 83 por ciento entre oposicionistas (panistas y priistas) y 71 por ciento entre apartidistas,

Con esta distribución de opiniones, no está claro que una consulta ciudadana hubiese avalado los planes del partido gobernante, aunque depende también de la participación, del método y de la pregunta planteada en una eventual consulta que ya ni se discutió ni se consideró.

En la encuesta también se preguntó si están a favor o en contra de eliminar los órganos autónomos como el Inai. Las resultados no arrojaron un punto de vista mayoritario: 48 por ciento se manifestó en contra y 36 por ciento a favor. Si eso se recalcula sin las personas que no manifestaron opinión, la distribución sería 57 por ciento en contra y 43 por ciento a favor de la eliminación del Inai: mayoría en contra.

No está claro que en una posible consulta ciudadana de las que habituaba promover el expresidente López Obrador se hubiera avalado la desaparición del Inai. (Aunque, de nuevo, el método, la pregunta, la movilización... importan en las consultas).

Lo que sí es que la mayoría de oposicionistas se expresó en contra (77%), mientras que las y los morenistas entrevistados estuvieron divididos: 41 a favor y 41 en contra de eliminar al Inai.

La mayoría legislativa del partido gobernante parece que ha puesto en el baúl de los recuerdos a las consultas ciudadanas. Por supuesto, eso no aplica a la de revocación de mandato, pero sí a otras que el expresidente solía promover. Veremos si hay otros asuntos en los que las rescaten.