Nuevo Macan, el Porsche más eléctrico
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El reto de un Porsche es simplemente que parezca eso, un Porsche, independientemente del modelo. Un reto que en el caso del nuevo Macan vuelven a lograr manteniéndose fieles al ADN de la marca y a la versión original que nació en 2013. Hoy, en la era de la electromovilidad, el nuevo Macan llega solo en formato eléctrico, con cuatro acabados (Macan, Macan 4, Macan S y Macan Turbo), y la obligación de dar respuesta a los clientes fieles y captar a otro nuevos para la causa. Y es que el Macan representa el 30% de las ventas de la en España y Portugal, según destacó Tomá Villén, CEO de la Porsche Ibérica. Para ello ofrecen una autonomía de hasta 640 kilómetros y un precio que arranca en los 82.310 euros. Villén considera que la electrificación es el futuro y que cuanto antes nos adaptemos en España a esa realidad, antes conseguiremos que se resuelvan los desajustes que puede haber en materia de infraestructuras de recarga. Recuerda el CEO de Porsche que la legislación europea nos obliga a reducir las emisiones bajo multas importantes y hoy por hoy la única tecnología que garantiza ese recorte en las emisiones es la eléctrica. «Las ventas de eléctricos en Europa están muy por encima de España. Siempre somos los últimos. Llevamos un retraso del 20% sobre el objetivo para 2030», destaca Villén. El modelo, con 4,784 metros de longitud, ha crecido respecto a la versión de gasolina anterior en 6 centímetros, gracias a la Plataforma Eléctrica Premium (PPE), además de tener 9 centímetros más entre ejes, de lo que se aprovechan de forma especial las plazas traseras del vehículo. Hemos probado las versiones Macan y Macan Turbo. Exteriormente apenas se diferencian, ambos presentan una imagen de un SUV deportivo y con carácter propio. La suave inclinación del capó y las aletas muy pronunciadas le confieren un aspecto atlético, a lo que ayuda en gran medida las llantas de hasta 22 pulgadas, con neumáticos de distinta anchura en cada eje. Los grupos ópticos están divididos en dos partes: la unidad superior plana con luces diurnas de cuatro puntos está integrada en las aletas y acentúa la anchura del coche; el módulo de los faros principales, opcionalmente con tecnología Matrix LED, está situado ligeramente más abajo en el frontal. La característica 'flyline' de Porsche forma una unidad con la luneta trasera plana. El interior es pura inmersión en el universo Porsche, con un salpicadero lleno de similitudes respecto a otros modelos de la marca alemana . Destacan sus pantallas orientadas hacia el conductor y el volante desde donde puedes controlar todas las funciones. Puede incorporar hasta tres pantallas, que incluye la instrumentación independiente de 12,6 pulgadas con diseño curvo y la pantalla central de 10,9 pulgadas. Como novedad, el pasajero delantero, con su propio display opcional de 10,9 pulgadas. Por primera vez, el sistema Porsche Driver Experience también incluye un head-up display con tecnología de realidad aumentada. La imagen aparece ante el conductor a una distancia de 10 metros y equivale a la de una pantalla de 87 pulgadas. En marcha tanto el Macan como el Macan Turbo, presentan una estabilidad y un aplomo que puede llegar a sorprender para un modelo que pesa 2.500 kilos. El paso por curva en carreteras de montaña, como las que recorrimos en el trazado entre El Escorial y Ávila, es impecable. Para ello contribuye de forma especial la suspensión neumática, de serie en el acabado Turbo y que puede combinarse opcionalmente con la suspensión de muelles de acero. En el interior del vehículo, gracias también a los asientos envolventes, las inercias apenas se perciben. Las prestaciones de velocidad y aceleración son impecables, con 3,3 segundos para pasar de 0 a 100 km/h (Macan Turbo). Detalle que se agradece a la hora de hacer adelantamientos en los tramos de montaña donde las ventanas para superar a un coche son muy cortas. Además, el modelo tiene una aerodinámica optimizada para mejorar la autonomía con un coeficiente de resistencia al avance de 0,25, lo que ayuda a mejorar autonomía y consumo. El sistema PAA incluye el spoiler trasero adaptativo, aletas de refrigeración activas en las tomas de aire delanteras y cubiertas flexibles en los bajos totalmente sellados. Los deflectores situados bajo el módulo de los faros y el frontal rebajado optimizan el flujo de aire. En la parte trasera, los bordes laterales y el difusor de lamas garantizan la eficiencia aerodinámica. Por primera vez, el Macan dispone de dirección opcional en el eje trasero, con un ángulo de giro máximo de cinco grados. Permite un reducido diámetro de giro de 11,1 metros, algo que se agradece en espacios urbanos y especialmente en el interior de parkings. Otra de las cosas buenas que ha traído la electrificación al Macan es el aumento del maletero, que en la parte posterior llega hasta 540 litros (modo de carga). Pero además tiene otro habitáculo bajo el capó delantero con una capacidad de 84 litros. Esto supone 127 litros más que el modelo anterior. La capacidad máxima de remolque de 2.000 kilogramos se suma a las cualidades prácticas del nuevo Macan. El Macan Turbo que probamos tiene tracción total. Los dos motores eléctricos se controlan a través de la electrónica de potencia casi en tiempo real. La distribución de la tracción total se rige por el programa de conducción seleccionado. El Porsche Torque Vectoring Plus (PTV Plus), un bloqueo de diferencial controlado electrónicamente en el eje trasero, también contribuye a la tracción, la estabilidad de marcha y el dinamismo lateral del Macan Turbo.