Flick da un toque: los detalles que no perdona
Un buen entrenador tiene que ser el primero en detectar si su equipo ha dejado de funcionar como un bloque compacto ya sea por desgaste físico tras un inicio de temporada portentoso, relajación, falta de confianza en diversos conceptos del juego o porque los rivales ya conocen los puntos débiles de un sistema y de un plan táctico y toca reinventarse. Sólo el hermético Hansi Flick sabe el análisis que ha hecho de esta ‘crisis’ del Barça, líder todavía de la Liga, pero menos sólido tras sumar sólo un punto en sus dos últimos partidos, ambos a domicilio ante equipos competitivos como Real Sociedad (1-0) y Celta (2-2). Lo que sí está claro es que el técnico alemán se ha puesto serio y va a aumentar su exigencia con los cambios que crea oportunos: recuperar la intensidad es su primer objetivo como clave en la presión alta y en la recuperación tras pérdida sin olvidarse de reforzar los automatismos para salir con el balón jugado.