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Ноябрь
2024

Los misiles antiaéreos Hawk donados por España a Ucrania siguen derribando misiles y drones rusos: "Pese a su edad, sigue brindando excelentes resultados”

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El pasado mes de septiembre, la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunciaba el envío inmediato de otra batería HAWK completa para Ucrania, que incluía los seis lanzadores de misiles también donados por España y ya situados en Polonia, como parte del "firme compromiso" del Gobierno en su apoyo militar y humanitario.

El Ejército de Tierra tenía en servicio en 2022 seis baterías antiaéreas Hawk con seis lanzadores cada una -cada lanzador puede lanzar hasta tres misiles- en servicio en el Regimiento de Artillería Antiaérea (RAAA) 74 repartidos entre dos grupos; uno con base en El Copero (Sevilla) y otro en el acuartelamiento Cortijo de Buenavista (Cádiz)

Poco a poco, las donaciones realizadas a Ucrania han ido reduciendo el número de lanzadores. Ese mismo 2022, España entregó seis lanzadores en dos tandas, primero cuatro y después dos más. En octubre de 2023, Pedro Sánchez prometió otros seis lanzadores Hawk a Zelenski durante la cumbre de la Unión Europea. Estos son los que estuvieron en Polonia a la espera del resto de equipos que componían la batería para su entrega final a las fuerzas ucranianas. Según publica el medio militar Bulgarian Military, los MIM-23 HAWK serán transportadas mañana, 24 de noviembre, desde Polonia a Ucrania. Esto se produciría tras la confirmación previa por parte de España de los preparativos para el envío de los sistemas.

Por tanto, el Ejército de Tierra habría pasado de 36 a 24 lanzadores en los dos últimos años. Aunque veterano, el sistema antiaéreo Hawk sigue siendo una pieza importante en el esquema de defensa aérea de España.

El sistema de defensa antiaérea MIM-23 Hawk, diseñado en los años 50 y perfeccionado a lo largo de las décadas, sigue demostrando su valía en el campo de batalla moderno. España, que en 2022 fue pionera en enviar estos misiles a Ucrania, ahora da un paso más al trasladar sus unidades estacionadas en Polonia directamente a territorio ucraniano. Este movimiento refuerza las capacidades defensivas del país ante la constante amenaza de misiles y drones rusos, marcando un hito en la colaboración europea para respaldar a Ucrania en su lucha contra las agresiones de Moscú.

Un sistema histórico con capacidad actualizada

El MIM-23 Hawk, desarrollado por Raytheon, es un sistema de defensa antiaérea de mediano alcance que combina versatilidad, efectividad y un diseño robusto que ha permitido su modernización a lo largo de más de 60 años de servicio. A pesar de su antigüedad, el Hawk ha recibido mejoras significativas, especialmente en la denominada Fase III, que optimizó sus componentes digitales, la precisión de su radar y su capacidad de respuesta ante amenazas modernas como misiles de crucero y drones.

Entre sus principales características técnicas, el Hawk destaca por:

  • Rango operativo: puede interceptar objetivos a distancias de hasta 50 kilómetros.
  • Altitud máxima: cubre amenazas que vuelan hasta 18 kilómetros de altura.
  • Velocidad de los misiles: alcanza velocidades de 2,5 Mach.
  • Componentes modernizados: incorpora sistemas de radar activo y semiactivo, sensores infrarrojos y motores de combustible sólido.

Además, su capacidad para operar en conjunto con sistemas de defensa de largo alcance, como el Patriot, lo convierte en un componente esencial de una estrategia de defensa en capas.

El papel del Hawk en Ucrania

Desde su llegada al conflicto ucraniano, el MIM-23 Hawk ha demostrado su eficacia frente a amenazas rusas. Según fuentes ucranianas, los sistemas mejorados de la Fase III han logrado interceptar drones Shahed y misiles de crucero Kh-59, armas utilizadas por Rusia para atacar infraestructuras críticas y civiles.

El operador ucraniano Oleksandr, quien participó en una batalla antiaérea de más de seis horas utilizando los sistemas Hawk, describió cómo estos lograron repeler ataques sostenidos de misiles y drones: “La adrenalina estaba a tope. Repelimos el ataque aéreo durante casi toda la noche”.

Por su parte, el experto militar Taras Chmut subrayó la importancia del sistema en el contexto del conflicto moderno: “El Hawk funciona de manera excelente para interceptar misiles de crucero. A pesar de su edad, sigue brindando excelentes resultados”.

Según informes recientes, los sistemas Hawk han destruido con éxito más de 40 drones Shahed y, según el Comando de la Fuerza Aérea de Ucrania, una sola unidad de este sistema fue la responsable de derribar un total de 14 misiles de crucero rusos. En particular, 13 de esos misiles corresponden con los modelos Kh-59, mientras que el restante pertenece a la clase Klibr (Calibre).

Los Kh-59 derribados por el sistema español están diseñados para misiones tácticas ejecutadas por la fuerza aérea y pueden incorporarse a una amplia variedad de cazas rusos como los Su-24, Su-30 o los Su-57. En cuanto al Kalbr derribado pertenecía a una serie de misiles que entraron en servicio en los noventa del pasado siglo y pueden lanzarse desde submarinos o embarcaciones de superficie.

España, un aliado estratégico

España ha jugado un papel crucial en la entrega de los sistemas Hawk a Ucrania. En 2022, el país se convirtió en el primer miembro de la OTAN en enviar estas unidades al frente ucraniano. La decisión fue aplaudida por los aliados y reflejó el compromiso de España con la defensa colectiva y la seguridad europea.

Actualmente, los sistemas que estaban desplegados en Polonia están siendo trasladados a Ucrania. Este movimiento no solo refuerza las capacidades defensivas de Ucrania, sino que también destaca la importancia de una colaboración efectiva entre los países de la OTAN para apoyar a Kiev frente a las agresiones rusas.

El legado del Hawk: de la Guerra Fría al conflicto en Ucrania

El Hawk tiene una larga historia de despliegues en conflictos clave. Durante la Guerra Fría, fue un pilar en la defensa aérea de Estados Unidos y sus aliados frente a la amenaza soviética. Posteriormente, fue utilizado en la Guerra de Vietnam, la Guerra del Golfo y la Guerra de Irak, demostrando su versatilidad en diferentes escenarios de combate.

En la década de 1990, el sistema fue ampliamente desplegado por países como Arabia Saudita e Israel, que lo modernizaron para enfrentar amenazas de misiles balísticos y aviones. Aunque muchos países han reemplazado sus Hawks por sistemas más avanzados como el Patriot o el THAAD, sigue siendo una herramienta eficaz gracias a las actualizaciones continuas.

Estrategias de defensa aérea en capas

El MIM-23 Hawk es parte de una estrategia de defensa en capas que combina sistemas de corto, medio y largo alcance. En Ucrania, los Hawks complementan sistemas como el S-300 y los Patriots, creando un paraguas defensivo capaz de interceptar una amplia gama de amenazas aéreas.

Esta estrategia es especialmente relevante en el contexto del conflicto moderno, donde los ataques con drones y misiles de crucero son cada vez más frecuentes. La capacidad del Hawk para operar de manera autónoma y en conjunto con otros sistemas lo convierte en una pieza clave para proteger infraestructuras críticas y garantizar la seguridad del espacio aéreo.

Modernizaciones y futuro del Hawk

A pesar de su antigüedad, el Hawk sigue siendo objeto de mejoras. Las actualizaciones de la Fase III han permitido digitalizar componentes clave, aumentando su precisión y reduciendo el tiempo de respuesta. Estas mejoras incluyen:

  • Sistemas de radar más avanzados para detectar objetivos de alta velocidad.
  • Misiles con mayor maniobrabilidad y sensores optimizados.
  • Integración con plataformas digitales para mejorar la coordinación en el campo de batalla.

Gracias a estas modernizaciones, el Hawk sigue siendo relevante en conflictos contemporáneos, ofreciendo una solución de defensa aérea asequible y efectiva.

En cualquier caso, si este sistema de misiles se compara con otros antiaéreos de alcance medio como los NASAMS o IRIS-T SLM, el MIM-23 HAWK, incluso en su versión mejorada de Fase III, entra en la categoría de sistemas de defensa aérea obsoletos.

El complejo es amplio y comprende el radar de vigilancia AN/MPQ-50, que tiene un alcance de detección de hasta 100 km, junto con el radar de detección de objetivos de baja altitud AN/MPQ-62 y el AN/MPQ-61. La configuración también incluye un puesto de mando, lanzadores, normalmente tres por cada iluminador de radar, así como máquinas de carga.