Putin utiliza Ucrania para probar sus nuevos misiles
Rusia utilizó un misil experimental «Cedro» para atacar la ciudad ucraniana de Dnipro el jueves, reveló el viernes el jefe de la inteligencia militar ucraniana, Kirilo Budanov, mientras el país y sus aliados siguieron evaluando los detalles del ataque. El misil de mediano alcance, que el presidente ruso, Vladimir Putin, presentó el jueves como «Avellana», puede llevar ojivas nucleares, pero es un modelo experimental, con solo dos o un poco más de misiles producidos hasta ahora, aseguró Budanov. Según su agencia, se basa en el misil intercontinental «Rubezh», cuyo desarrollo se abandonó oficialmente, en 2017.
Tras el discurso de Putin el jueves por la noche, en el que advirtió de que podría usar el misil para atacar a Ucrania u otros países que la ayuden, el Parlamento ucraniano tuvo que detener su trabajo ayer a la amenaza de nuevos ataques con misiles, informaron sus diputados a los medios locales. Ubicado en el centro de Kyiv, linda con otros edificios donde se encuentran diversos ministerios y la oficina presidencial. Solo los trabajadores clave permanecieron allí, mientras que los residentes de los distritos también fueron advertidos del peligro.
Rusia ha estado atacando la capital con misiles y drones regularmente, habiendo lanzado más de 2.500 en 1.000 días de invasión, y anteriormente ya se encontraron fragmentos de drones interceptados cerca del Parlamento al menos en una ocasión. Sin embargo, aunque Kyiv está relativamente bien protegida por defensas aéreas modernas, no son capaces de derribar un misil del tipo utilizado en Dnipro el jueves, afirmó Putin.
Los medios ucranianos informan que, según el Estado Mayor del Ejército Ucraniano, Rusia solo dispone de pocos misiles de este tipo, lo que significa que su impacto directo en el curso de la guerra podría ser limitado. El objetivo principal de Rusia es intimidar a los ucranianos y sus aliados.
Su ensayo en Dnipro ha sido un éxito y Rusia tiene suficientes misiles de este tipo, aseguró ayer Putin en una reunión con representantes de la industria de defensa de Rusia. Advirtió una vez más –falsamente, según los analistas militares– que ninguna defensa aérea podría proteger contra el misil. «Continuaremos probando misiles balísticos hipersónicos», advirtió. «Hoy en día no existe ninguna contramedida ni forma de detener un misil de este tipo en el mundo», añadió Putin.
Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó el uso de un misil balístico como una «clara y severa escalada» y pidió una fuerte condena mundial Subrayó que se trata de «una prueba más de que Rusia no tiene interés en la paz» y pidió más presión contra ella para forzar una «paz real, que solo se puede lograr con la fuerza». «En este momento no hay una reacción fuerte del mundo. Putin es muy sensible a esto. Está poniendo a prueba a ustedes, queridos socios», dijo Zelenski.
Según medios ucranianos, Kyiv ya está llevando a cabo negociaciones con Washington para que Ucrania reciba defensas aéreas capaces de disparar tales misiles. Según una fuente del Ejército, se están considerando dos opciones: modernizar un sistema Patriot, de tipo que ya se encuentra en Ucrania, o suministrar el sistema THAAD estadounidense, diseñado para derribar misiles balísticos.
El martes se ha convocado una reunión de emergencia del Consejo Ucrania-OTAN por iniciativa de Ucrania para tratar el ataque ruso. Se espera que Ucrania informe a los aliados sobre los detalles del ataque, pero aún se desconocen otros detalles sobre la reunión. Tras el ataque ruso, Ucrania dijo que buscaría la reacción de todas las principales organizaciones internacionales y socios. El uso de este misil y las amenazas posteriores de Putin son «un farol barato», subrayó Mikola Bielieskov, analista militar del Instituto de Estrategia de Ucrania.
El portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, declaró que el uso por Rusia de un nuevo misil balístico es «otro acontecimiento preocupante». El Pentágono había dicho la víspera que «tomaría en serio las declaraciones procedentes de Rusia», pero seguiría apoyando a Kyiv.