Podemos da aire a Pedro Sánchez para lanzar a Irene Montero a las elecciones
Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza, lleva meses escenificando una oposición al Gobierno de coalición con el objetivo de reconstruirse tras su batalla campal contra Sumar. Ese camino ha llevado al partido a negar su condición de socio del Gobierno y a hacer sudar al Ejecutivo en cada votación en el Congreso. Ahora, cuando se preveía que la formación iba a pulsar el botón rojo y a propiciar una nueva derrota de Moncloa, Podemos ha decidido dejar de apretar a Pedro Sánchez para no perjudicar la carrera que los morados cuidan para Irene Montero.
La estrategia de volver a renacer les lleva a someter a la extenuación cualquier pacto con el Ejecutivo con el objetivo de hacer valer sus cuatro votos en cada votación. Y es que cada voto para el Gobierno es imprescindible y precisamente esta semana, con la tortuosa negociación de la reforma fiscal, se han visto las costuras de un Ejecutivo que se sostiene en de manera artificial. Era el momento en el que Podemos podía sacar rédito ante la debilidad. Sin embargo, los morados han frenado en sus órdagos al Ejecutivo –con muy poco tiempo de maniobra– con el objetivo de no quemarse en su propia operación de desgaste al Gobierno.
Ha sido la negociación de la reforma fiscal la que ha dado aire a Podemos en estos días al tener en sus manos al Gobierno, pero debían medir cómo actuar para no salir ellos mismos quemados políticamente y ante su electorado. El partido estaba dispuesto a tumbar la reforma del Ejecutivo y la transposición europea si el Gobierno no se comprometía a impulsar un impuesto permanente a las empresas energéticas. Su voto en contra habría supuesto la pérdida para España de hasta 7.000 millones de euros de los fondos Next Generation de la Unión Europea. De hacerlo, habría sido Podemos el responsable directo de esta exclusión del desembolso vital en estos momentos para hacer frente a la crisis de la DANA en Valencia. No querían, en todo caso, asumir esa responsabilidad y es por eso que revirtieron su voto en contra. Habrían tenido muy difícil de explicar esa actuación y podría haber entorpecido la carrera de Montero.
De hecho, en este sentido presionaban a Podemos desde el entorno de los socios más cercanos del Gobierno, como ERC con Gabriel Rufián a la cabeza. En Sumar hay voces que creen en esta operación de Podemos de haber bajado el pistón contra el Ejecutivo en la votación de la reforma fiscal con el fin de no exponer a Irene Montero. De hecho, creen que pesó en esta decisión de apoyar la votación la posición de Pablo Iglesias e Irene Montero, frente a una postura más favorable a aguantar la presión defendida por Ione Belarra. En este sentido, es llamativo que ayer la secretaria general de Podemos exigiera desde la tribuna del Congreso al ministro Félix Bolaños que incluyera el impuesto a las energéticas para conseguir el sí de los morados, y que tan solo a dos minutos de que la diputada pronunciara esa advertencia, la formación comunicara que había llegado a un acuerdo con el Gobierno para salvar la votación. Tanto en el PSOE como en Sumar creen que Podemos no podría haber explicado su voto en contra ante su militancia. «Tiene un alto coste», avisaban. Creen en Sumar que Podemos viró para hacer un «ejercicio de responsabilidad política».
Y es que los morados preparan el regreso de Irene Montero a la primera línea, de cara a unas próximas elecciones generales. Es la propia política la que, en esta semana, en varias entrevistas ha dejado abierta la puerta. «Tengo ganas de llegar más lejos», llegó a decir. En Podemos cuidan este proyecto y hablan de ella como el «mayor activo» del partido. De hecho, la exministra se encuentra en plena promoción de su libro «Algo habremos hecho», a la vez que ocupa más espacio en los medios. Ahora, como colaboradora en televisión y multiplicando sus entrevistas. Y es que la propia Montero se encarga, junto a Ione Belarra, de marcar la posición política.