Gustavo Costas, el técnico con ADN celeste y blanco que relanzó a Racing argentino
Gustavo Costas, director técnico del Racing argentino que busca ser campeón de la Copa Sudamericana, es un símbolo histórico de la 'Academia' y sueña con llevar al club a ganar un título continental que deje atrás 32 años de sequía.
Nacido en febrero de 1963, la relación entre Racing y Costas comenzó desde muy pequeño. Cuando tenía apenas tres años era una de las mascotas que acompañaban a "el equipo de José", dirigido por Juan José Pizzutti, que conquistó el campeonato de primera de 1966 y al año siguiente la primera y única Copa Libertadores de la 'Academia'.
Costas se dedicó al fútbol, pasó por las divisiones infantiles del club y debutó en primera división en 1981, cuando tenía 18 años, en un momento crítico del club celeste y blanco que empezaba a rondar la lucha por el descenso, hasta la caída a segunda a fines de 1983.
Como jugador actuó durante ocho años como defensor central de Racing y fue el capitán del equipo que devolvió a primera a la entidad de Avellaneda en 1985.
Además conoció la gloria de ganar la Supercopa Sudamericana 1988, con triunfo sobre Cruzeiro (2-1 y 1-1). Guiñó del destino, mismo rival del sábado próximo en Asunción.
Emigró por primera vez en 1989, cuando su pase fue adquirido por Locarno, de Suiza, donde actuó tres temporadas antes de volver a su amado Racing, en el que tuvo una segunda etapa entre 1992 y 1996.
Se despidió con una campaña de 337 partidos y 9 goles con la celeste y blanca y cerró su carrera en Gimnasia y Esgrima de Jujuy.
- Resiliencia y extenso recorrido -
Sin poder estar muy lejos de Avellaneda, tuvo su primera campaña como entrenador en 1999 en Racing, pero los resultados no acompañaron.
Tampoco le iría bien en una segunda etapa más breve en 2007, con el club nuevamente en crisis.
Tuvo un extenso periplo por Sudamérica, con pasos por Guaraní, Cerro Porteño, Olimpia (Paraguay), Alianza Lima (Perú), Barcelona (Ecuador), Independiente Santa Fe (Colombia), Atlas (México) y Palestino (Chile).
Como DT, obtuvo dos torneos de Primera y dos superligas de Colombia con Independiente de Santa Fe, con el que también alzó la Copa Suruga Bank (2016). En Alianza Lima cosechó dos ligas peruanas, un torneo de primera con Cerro Porteño, y uno de Serie A con el Barcelona de Guayaquil.
Más exóticos fueron sus pasos por Al Nassr y Al Fayha (Arabia Saudita) antes de convertirse en seleccionador de Bolivia entre 2022 y 2023, sin poder lograr los resultados esperados, hasta que le llegó una nueva ocasión para dirigir a Racing a partir de enero de 2024.
A los 60 años, transita su regreso más auspicioso a Racing.
"Hoy veo un Racing distinto por el que tanto peleamos nosotros en su momento, como hincha, jugador y entrenador. Lo veo para pelear y lograr cosas importantes. Tenemos que ganar algo internacional, porque la última vez fue cuando jugaba yo, y pasó mucho tiempo", dijo.
Lejos de querer sacarse de encima las presiones, Costas espera el desafío.
"Estamos obligados a competir. Vine para llevar a Racing a lo más alto, no tengo miedo de decir eso. Ver a Racing campeón es el sueño que tenemos. Lograr algo internacional es lo que más quiero y lo que desea el hincha de Racing", declaró.
No le fue bien en la Copa de la Liga de primera, al quedar marginado de los octavos de final, y menos aún en la Copa Argentina, eliminado temprano por Talleres de Escalada (2ª división). Sin embargo, edificó una gran tarea en la Sudamericana, con 9 triunfos, un empate y 2 derrotas, para volver a una final internacional desde la Supercopa Sudamericana 1992.
Más allá de su función de entrenador, Costas no puede evitar vivir cada partido al borde de la cancha casi como un hincha más, y se ha mostrado autocrítico en las derrotas y elogioso de sus jugadores en las victorias. Sea cual sea el contexto, el DT se niega a resignar que su equipo sea protagonista del juego.
Con la final de la Sudamericana a la vuelta de la esquina, el DT admitió que le cuesta domar la ansiedad.
"Es difícil, casi no duermo. El otro día me vi diez partidos de Cruzeiro. Pero estoy contento. Me encanta vivir este momento de Racing, porque como hincha me tuve que comer (sufrir) de todo", confesó.
"Esto es lo que soñé toda mi vida", resumió.
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