El lastre de las expulsiones erosiona al Sevilla

Muchas y variadas son las razones que articulan la situación deportiva actual del Sevilla, ahora que concluye la primera de las dos semanas previstas en el parón liguero y todavía restan algunos días para que se reanude la competición cuando acabe esta nueva atención directa al calendario internacional. Y una de ellas sin duda redunda en la gestión de sus expulsiones, situación que se une al infortunio de las lesiones de algunos pilares y al sensible bajón en cuanto al rendimiento global de todas las líneas. Se ha marchado a esta nueva pausa el equipo de García Pimienta ocupando una posición de la que no debe estar nada orgulloso, y es que la sevillista es la plantilla de LaLiga EA Sports 2024-25 que más tarjetas rojas ha visto hasta la fecha y son varios los datos que explican esta circunstancia que lastra a su vez todo lo demás. Ya se marchó al anterior parón liguero el cuadro nervionense con el conocimiento de que cuatro de sus jugadores habían sido expulsados por distintas razones, obligando a jugar al Sevilla en no pocas ocasiones con menos futbolistas de los que podría haber sacado provecho sobre el terreno de juego, y aunque sí es cierto que la influencia de dicha inferioridad apenas ha sido palpable en cuanto a resultado, al haber sido todas las decisiones arbitrales muy tardías en el juego, sí que notó sensiblemente el club de Nervión esa última expulsión acaecida en el estadio de Butarque ante el Leganés, donde es Agoumé el último en unirse a esa triste lista que no sólo merma en fases clave de según qué duelos, sino que también condiciona la preparación de los siguientes, como el del Rayo Vallecano, donde el preparador blanquirrojo deberá preparar el examen del Ramón Sánchez-Pizjuán sin el centrocampista francés, que deberá afrontar su sanción. arias veces ha acabado con diez futbolistas sobre el césped el grupo que lidera García Pimienta, que ha tratado por activa y por pasiva a nivel interno un tema que sigue sucediendo por varias cuestiones. Entre ellas, recurriendo a la última, está la fidelidad a un estilo en la salida de balón propuesta por el propio barcelonés, pero también se hayan producido crasos errores individuales que han venido costando puntos y que además hacen del Sevilla el equipo más expulsado de la competición (5), por encima del Athletic y el Celta (3), ambos por encima de la clasificación respecto a los nervionenses, mientras que no hay ninguno con cuatro. Cabe apuntar no obstante que se habría ido igualmente líder de este apartado hace un mes y algo en ese último punto y aparte. Más llamativo aún es ver los otros dos conjuntos que han visto dos tarjetas rojas tras trece jornadas, Alavés y Mallorca (2), que han sufrido menos de la mitad en comparación al equipo blanquirrojo. De lo más singular es sin duda que todas las acciones que han dejado con uno menos al equipo se han producido no antes del minuto 80, algo que responde la tensión típica de los minutos finales y a veces a la intención de dar la vuelta a un resultado en contra o defender uno favorable. rosiguiendo con la cifra de expulsados, son hasta once los equipos que tan sólo en una ocasión han visto trastocado sus planes en ese sentido, el número quizá más razonable teniendo en cuenta lo que se ha jugado hasta ahora: Atlético, Barcelona, Betis, Getafe, Girona, Rayo, Real Madrid, Real Sociedad, Valencia, Valladolid y Villarreal. Se escapan de la quema de momento, no sin patente habilidad, equipos como el Espanyol, Las Palmas, Leganés y Osasuna. Esa estadística contrasta considerablemente con la gran cantidad de cartulinas amarillas que ha visto el Sevilla con respecto a sus competidores de dicha casuística. Valladolid (42), Las Palmas (37), Alavés (36), Villarreal (34), Getafe (32), Espanyol (32) y Girona (30) anteceden al conjunto nervionense (29) en cantidad de tarjetas, siendo el octavo en liza en este sentido junto a Osasuna y el primero como decimos en materia de expulsiones, cosa que lastra también cualquier margen de maniobra pretendido por el técnico, que sólo en ocho ocasiones de las disputadas siempre que se aborde la liga tuvo la ocasión de acabar con los once efectivos con los que inició cualquier contienda. Todo empezó con Saúl a finales del mes de agosto. Hasta tres encuentros se iba a perder el centrocampista ilicitano entre la sanción que ya de por sí arrastraba y los dos de los que tuvo que ausentarse a causa de sus reiteradas protestas en aquel partido ante el Mallorca en Son Moix. Aquello quedó con el 0-0 que comenzó, pero García Pimienta hubo de privarse de una de las grandes incorporaciones de verano para consecutivos choques de Girona y Getafe. Sí acarreó sanción de un enfrentamiento la doble amarilla que vio Juanlu por una presunta simulación frente al Getafe sumada a una entrada a destiempo en el tramo final (1-0). Aunque más le dolió al sevillismo el grave y reciente error de Marcao, que no terminó sobre el campo como el resto de sus homónimos ante el Valladolid. A diferencia de la cita en Leganés, el Sevilla ya había hecho sus deberes y fraguó en Pucela su segundo triunfo de la temporada (2-1), pero hace escasos días el central brasileño fue el autor de un penalti infantil sobre Zubimendi que sí haría que la Real ya sentenciase la cita (0-2). Nianzou cerraba la lista de afectados por otra doble amonestación, la primera por una falta y otro tanto también al final que no modificaría la renta final en el electrónico, en esta ocasión a favor del eterno rival (1-0). Ahora es Agoumé quien representa el quinto error sevillista en este sentido, al haber cometido un penalti frente al Leganés, y al ser una ocasión manifiesta de gol, aquel problema no sólo acabaría con el tanto a los once metros, sino también con la imposibilidad de contar con el medio francés justo en un envite en el que no estaba haciendo un mal trabajo hasta que aquel lance hizo saltar por los aires la ilusión del Sevilla de puntuar en Butarque.