¿Por qué tomamos decisiones incorrectas?
Muchas veces, en un impulso o en medio de una emoción, decimos cosas o tomamos decisiones que, al reflexionar sobre ellas más tarde, nos llenan de arrepentimiento.
Es que nos quedamos atrapados en un ciclo de sobreanálisis, repasando una y otra vez lo que dijimos, buscando incluso justificaciones.
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¿Qué dicen los expertos?
Este fenómeno no solo es común, sino que está profundamente relacionado con el funcionamiento de nuestro cerebro. Según los expertos en neurociencia, la mente humana tiene una tendencia natural a "racionalizar las decisiones", incluso aquellas que carecen de una lógica clara.
En el episodio de "La Fórmula" Podcast, Andrés Rieznik, neurocientífico y experto en comportamiento humano, explora cómo el cerebro justifica decisiones que a menudo no tienen una explicación lógica.
¿Por qué buscamos explicaciones para lo inexplicable?
Nuestro cerebro constantemente busca coherencia. El mecanismo interno del cerebro, conocido como "el intérprete", juega un papel crucial al explicar nuestras decisiones y acciones, incluso cuando no tienen una base lógica.
Este "intérprete" crea relatos que hacen que nuestras elecciones parezcan razonables, incluso cuando no lo son.
¿Por qué a veces el cerebro nos engaña?
El autoengaño es una de las estrategias más comunes de nuestro cerebro para mantener un sentido de unidad y coherencia en nuestra vida.
Según Rieznik, este proceso ocurre cuando el "intérprete" inventa una justificación para comportamientos que no tienen explicación.
A través de experimentos, se demuestra que las personas a menudo justifican decisiones que no tomaron conscientemente, creando recuerdos falsos que se ajustan a la narrativa que su cerebro les construyo.
¿El cerebro puede crear recuerdos falsos?
Investigadores de la Universidad Tecnológica de Sidney revelaron que el cerebro tiene la capacidad de modificar y distorsionar recuerdos mal formados, llevando a la creación de memorias falsas.
Cuando la información no es clara o no tiene sentido, el cerebro genera recuerdos alternativos para darle un sentido coherente a las situaciones.
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Según el Centro de Neurociencia y Medicina Regenerativa, "para que los recuerdos sean útiles, tienen que estar bien formados durante un evento, es decir, tienen que reflejar con precisión lo que realmente sucedió".
Sin embargo, es muy probable que muchos de nuestros recuerdos no sean del todo exactos. Esto se da en situaciones donde la experiencia fue breve, repentina o altamente emocional, como suele suceder en momentos de trauma. En esos casos, los recuerdos pueden verse distorsionados.
¿Qué pasa cuando los recuerdos no están bien formados?
El estudio australiano destaca que "A veces un recuerdo mal formado puede ser reactivado erróneamente en una situación similar, pero irrelevante".
En este proceso, el cerebro no solo revivirá el recuerdo, sino que también puede "actualizarlo" con información incorrecta, lo que provoca que el recuerdo original se distorsione.
¿Cómo mantener el cerebro en forma a lo largo de la vida?
Rieznik destaca que la inteligencia fluida, aunque disminuye gradualmente con la edad, puede mantenerse activa a través del ejercicio físico, una alimentación saludable y el desafío intelectual constante.
Mantener la mente ocupada aprendiendo cosas nuevas y relacionándolas con el conocimiento previo es clave para preservar la función cognitiva.
Además, los vínculos sociales y emocionales son esenciales: la soledad es uno de los mayores factores de riesgo para el deterioro cognitivo.