La tragedia de Valencia elevará la demanda de naranjas cordobesas
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Tras dos años especialmente malos por la baja producción, el sector de los cítricos en la comarca de la Vega del Guadalquivir , donde se cuentan unas 12.000 hectáreas, afronta una nueva campaña con mejores perspectivas de cosecha, aunque sin llegar a la normalidad, gracias a las lluvias caídas en marzo y en octubre, principalmente. Precisamente, las precipitaciones caídas el mes pasado han impedido las labores de recolección de las primeras variedades en las explotaciones, algo parecido a lo ocurrido con el olivar. Esta temporada también está marcada por la tragedia ocurrida en Valencia . El Levante es la principal zona productora e industrial de naranja en España, por lo que los efectos de la Dana en la agricultura de esta provincia provocarán de manera indirecta una mayor demanda de esta fruta a las empresas cordobesas de este sector, según los interlocutores consultados por ABC. El aforo de la campaña 2024-2025 que dio a conocer en septiembre la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural auguraba para Córdoba una producción de 347.058 toneladas frente a las más de 226.000 que se recogieron en la temporada anterior, lo que supone un incremento del 53,4 por ciento. Esta subida es la mayor de las registradas en Andalucía, siendo Sevilla y Huelva, una vez más, las provincias donde se espera una mayor cosecha, con 969.930 y 570.149 toneladas, respectivamente. La Junta justifica esta mejoría en que «el año agrícola se ha caracterizado por un incremento sustancial de las precipitaciones respecto al año anterior, al mismo tiempo que el incremento de las dotaciones de riego , aunque inferior al nivel óptimo, también ha contribuido a mejorar notablemente el estado vegetativo de las plantaciones». Tanto Asaja como Palmanaranja también vislumbran una mejoría de la cantidad de naranjas recolectadas al final de la temporada. Sin embargo, sus previsiones son más modestas al situar ese aumento entre un 30 y un 40 por ciento. «Las lluvias de primavera y el hecho de que en primavera no hizo un calor excesivo que permitió una buena floración están detrás de esta subida, además de las precipitaciones de octubre que ayudarán a que las naranjas tengan un mayor calibre», destacó el técnico de la patronal agraria, Eduardo Eraso. Por su parte, el presidente de la asociación citrícola, Antonio Carmona, confirmó que habrá más naranjas este año en el mercado, pero recordó que la cosecha final será una cantidad normal. «No habrá sobreproducción con unos rendimientos que rondarán entre los 30.000 y los 40.000 kilos de fruta por hectárea en función de la variedad», subrayó el directivo. Las lluvias de octubre también han impedido que pudiera celebrase la primera sesión de la lonja de cítricos, aunque se espera que esta se tenga lugar durante esta semana. Pese a ello, según Eraso, «las perspectivas en cuanto a los precios son buenas porque la demanda de zumo en el mercado internacional está siendo muy alta, a lo que se suman los problemas de producción que están teniendo países como Brasil». Carmona coincidió con estas estimaciones, aunque señaló que «habrá que estar atentos a principios de año cuando lleguen naranjas de Egipto , algo que ya provocó en la pasada campaña que los precios aquí bajasen». En este sentido, desde Asaja vuelven a denunciar la competencia desleal de países extracomunitarios al «exigirles menos requerimientos fitosanitarios y de carácter laboral que a nosotros». Para Carmona es fundamental esta mayor producción que se espera sirva para recuperar algunos mercados europeos que se perdieron en los dos últimos años, algo que fue aprovechado por la industria egipcia para hacerse con esos clientes, aunque reconoció que será una tarea complicada. El inicio de la campaña ha estado sacudido en las últimas semanas de manera indirecta por la catástrofe de Valencia que, como todo desastre natural, tiene como principal consecuencia las víctimas mortales y los cuantiosos daños acumulados. Sin embargo, también tiene efectos económicos. La pérdida de cosecha que se da por segura en esta zona originará que los proveedores que, tradicionalmente, iban allí para abastecerse de naranjas, tengan ahora que acudir a otros emplazamientos, como es el caso de Córdoba. Así lo cree el máximo responsable de Palmanaranja, quien indicó que las industrias de la Vega del Guadalquivir ya han notado un incremento de pedidos, «aunque de manera leve y no esperamos una gran repercusión a nivel general, ya que los municipios más afectados son del extrarradio de Valencia y no tienen mucha superficie de cítricos ». En esta línea, Eraso apuntó que «es previsible pensar que, debido a lo ocurrido en Valencia, el comercio compre más naranjas de lo venía haciendo en Andalucía y en Córdoba por la ley de la oferta y la demanda, aunque hasta que no sepamos los daños que se han generado allí, no podemos conocer en qué medida va a afectar aquí». Al igual que ocurre en otros cultivos, los citricultores de la Vega del Guadalquivir están teniendo verdaderas dificultades para encontrar manos de obra para las labores de recolección. «Es un problema muy preocupante que cada año va creciendo y que se va a ir notando más conforme vaya avanzando la campaña», según aseguró el presidente de Palmanaranja, Antonio Carmona. El también gerente de Sunaran indicó que esta falta de trabajadores es mayor en la recolección, aunque también se notan en los almacenes y advirtió de que «puede darse el caso de que no pueda recogerse toda la fruta». Por su parte, desde Asaja también se denunció esta situación. «Los cítricos son productos perecederos que tienen que ser recogidos en un periodo de tiempo muy concreto, a lo que se suma el hecho de que la primera parte de nuestra temporada coincide con la del olivar », según explicó el técnico de la patronal agraria, Eduardo Eraso, quien aseguró que «algunos empresarios agrícolas están ya teniendo graves problemas para formar sus cuadrillas».