La impuntualidad sale cara y en el vestuario culé lo saben
Hansi Flick y su staff aparecieron los primeros en el campo. Estaban preparando la sesión cuando el técnico miró el reloj y empezó a golpearlo con el dedo. Había citado al equipo a las 11.25 h. y justo en aquel momento, menos mal, los jugadores fueron apareciendo. Aborrece la impuntualidad.